Antonio Velázquez Huerta de 28 años de edad y Luis Ángel Rosas de Dios de 21 años son las dos personas que fueron ejecutadas y encajueladas en el interior del taxi de Orizaba marcado con el número 2009, placas de circulación 2218-XDC y que fue abandonado en calles céntricas de Ciudad Mendoza.
El primero fue identificado como el conductor de la unidad de alquiler el cual estaba reportado como desaparecido desde la noche del miércoles y era vecino de Río Blanco, el otro fallecido vivía en Balastrera, municipio de Nogales.
Familiares al saber que habían hallado el vehículo, acudieron al lugar del encuentro para saber si era su pariente, pero no les fue permitido ver el cadáver hasta que se realizaron las diligencias periciales de rigor, a fin de obtener pruebas para identificar a los asesinos.
Fue al mediodía de este jueves, cuando habitantes de avenida Hidalgo entre Primero de Mayo y Ferrer Guardia, reportaron que el taxi estaba abandonado desde las 8 de la mañana, abierto de las ventanas.
En la cajuela escurría al parecer sangre, por lo que acudieron a verificar autoridades de la Fiscalía, Policía Ministerial, Policía Federal y Estatal.
Acompañados por peritos en la materia, la cajuela del taxi fue abierta y se confirmó la existencia de dos cadáveres.
Los cuerpos no fueron sacados de la unidad para evitar contratiempos, y se pidió el apoyo de una grúa para remolcar el taxi a un lugar determinado por la Fiscal del caso, para continuar con las diligencias.
Trascendió que este crimen se dio en venganza entre bandas rivales de la venta del huachicol. Se dijo que el taxista ya había participado en el robo del hidrocarburo hace unos meses cuando se generó una explosión en Balastrera donde una persona resultó con quemaduras de tercer grado en su cuerpo; en ese entonces traía un taxi de la central Grito, y supuestamente se había reportado como robado.





