Cada vez son más los habitantes de diferentes estados del país que emplean el uso de una moneda comunitaria para satisfacer sus necesidades. De esta forma no sólo se mantienen al margen del sistema capitalista que emplea únicamente el dinero a cambio de un producto o servicio, sino que crean un sentido de comunidad.
De acuerdo a la profesora de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Claudia Valadez, integrante de la comunidad Multitrueque, en la Ciudad de México hay en promedio de diez monedas comunitarias circulando; en la faculta de Economía, por ejemplo se usa el Fausto.
“Cada vez hay más comunidades que están integrando el uso de la moneda comunitaria, están generando los multitrueques. Sí a propósito de la crisis, pero también están mirando como una forma de retornar a la comunidad. Lo hacen, por ejemplo en Brasil hasta hace tres años había 103 bancos de moneda comunitaria. Cada banco crea su propia moneda”.
En Michoacán recientemente se usa una nueva moneda comunitaria como ya se hace en Dolores Hidalgo y en Querétaro. En Veracruz desde hace aproximadamente siete años comenzó a emplearse el Túmin, en la localidad totonaca de El Espinal y aunque fue señalado su uso como falsificación de moneda, actualmente la usan más de diez estados.
Pero antes de establecer una moneda debe generarse primero el sentido de comunidad, de pertenencia, de socializar. El trueque es una forma de iniciar este proceso que a la vez se plantea como alternativa al sistema de consumo establecido por el capitalismo.
“Algo que tiene un matiz especial es que tenemos la posibilidad de armar nuevamente comunicad. Conectarnos, tejer una gran red, una gran malla donde yo sé que tu produces, que tienes servicios”. “Si me dijeron que necesito dinero para vivir, con ejercicios de este tipo decimos: no necesariamente”.
Trueque como resistencia y generador de comunidad
Jorge Colorado iba pasando por el atrio de la parroquia de San Jerónimo cuando vio un bolso que le gustó. Preguntó el precio, pero le explicaron que era a cambio de algún producto o servicio, así que truequeó tres volovanes a cambio y se la llevó.
“volovanes por una mochila. Tres. Iba pasando, me gustó la mochila y dije: la compro, dice: cambiamos, dije, es lo mismo”.
Lilí Hernández, quien truequeó con Jorge explicó que “tratamos de que sea justo, cada quien sabe lo que trae, tratamos de que sea lo más justo posible y que la persona se sienta contenta con el trueque, eso es lo principal”.
Este sábado, el colectivo El Truque organizó la Segunda Feria del Trueque que se realizó en el atrio de la parroquia de San Jerónimo, en Coatepec, Veracruz con el fin de fomentar la economía comunitaria como relación a través del intercambio.
“Otras formas de relacionarnos más allá de lo que nos quieren imponer que es el dinero, se nos dice que el dinero es la única forma que tenemos para satisfacer necesidades materiales, de servicios u otras. Decidimos que una de las líneas de acción que queríamos impulsar y fortalecer nuestra economía es el trueque y las monedas sociales” dijo Kitzia de Fuentes, integrante de ese colectivo.
La feria del trueque está abierta al público en general, sin embargo la mayoría de los participantes han sido productores de la región, quienes intercambian sus diferentes elaboraciones. Ya que no se acepta el dinero como pago, piden a los interesados llevar ropa y cualquier producto que no utilicen o en su caso, elaboren para participar en este ejercicio.
En Coatepec sólo hay dos ferias al año, la próxima se llevará a cabo entre noviembre y diciembre y se convocará mediante redes sociales. En esta segunda feria se truequearon frutas, productos comestibles, ropas, libros, películas, entre otros productos.
“Tenemos que volver a lo de antes, es importante que aprendamos, sobre todo los jóvenes aprendan este momento que estamos viviendo de crisis económica, y que nos ha llevado también esa crisis porque hemos olvidado de nuestros ancestros todo esto que hacían y que era bien para el pueblo” DIJO Digna Ortega, quien participó ofreciendo maracuyá de Chiltoyac.





