Contener la emigración centroamericana con destino a Estados Unidos a través de proyectos sociales y productivos es la tarea que actualmente realiza la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid).
El organismo, dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), enfoca la cooperación en rubros como educación, alimentación y economía. México se ha convertido en el principal impulsor de programas alimentarios y agrícolas en el Triángulo Norte centroamericano, en un esquema similar a la Cruzada Nacional contra el Hambre emprendida este sexenio para zonas marginadas del país.
Agustín García-López Loaeza, director Ejecutivo de Amexcid, dijo, en entrevista con Crónica, que hoy la prioridad es enfocarse en Centroamérica y el Caribe, donde se requiere crear las condiciones para evitar expulsión de gente, sobre todo en el llamado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).
“Para lograrlo se tienen que hacer varias cosas, pero el enfoque es migración y seguridad, y se necesita atacar el meollo del asunto, que es crear las condiciones de desarrollo y prosperidad en esos países para que no expulsen migrantes y para que quienes regresan o no emigran, no tomen como alternativa irse hacia las actividades criminales, sino que vayan a actividades productivas”, expresó García-López Loaeza.
Por ello, abundó, se debe impulsar el desarrollo económico y propiciar inversión, ya sea extranjera o nacional, pública o privada, además de ayudar a los pequeños y medianos empresarios locales con créditos, y a los jóvenes con becas escolares y capacitación para incorporarse al mercado laboral, con esquemas que vinculen a los estudiantes con las empresas.
“Si se propicia el desarrollo y la prosperidad vamos a tener menos problemas de migración hacia acá (México) y menos problemas de seguridad, porque la gente que está regresando en lugar de irse a las maras, se va a ir, por ejemplo, a algún programa que tenemos de becas, en cooperación con universidades”, dijo el embajador.
IMPULSO. Indicó que como parte del Programa de Integración y Desarrollo de Mesoamerica, más conocido como Proyecto Mesoamérica, está el plan Mesoamérica Sin Hambre (similar a la Cruzada Nacional Contra el Hambre), adoptado en junio de 2015.
Con una aportación de México de tres millones de dólares anuales, siendo el principal país donante de recursos, el programa se lleva a cabo junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).





