“México debe recuperar su liderazgo en la diplomacia internacional”: Juan José Bremer

“Estamos inmersos en un periodo de delicada inestabilidad”. Así define el embajador mexicano Juan José Bremer la actualidad mundial. Una forma diplomática de resumir la tormentosa llegada al poder de Donald Trump, el terrorismo yihadista o la crisis de los refugiados que huyen de las guerras y el hambre en Oriente Medio y en África, “la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial”, según dejó escrito el diplomático en la actualización y reedición de su obra Tiempos de guerra y paz.

Este espectador privilegiado de la Historia —fue embajador de México en la República Federal Alemana durante la caída del Muro y embador en Moscú durante los años de Mijaíl Gorbachov y del colapso de la URSS— se niega a caer en el pesimismo o el estupor causado por la irrupción en la Casa Blanca de un inquilino imprevisible, proteccionista y abiertamente antimexicano. “Este no es un libro catastrofista”, advirtió hasta dos veces a lo largo de una entrevista en la que prefirió no malgastar su energía en centrarse demasiado tiempo en Trump.

Por el contrario, Bremer escribió intencionalmente un libro que concluye con una defensa cerrada de lo que ataca precisamente el nuevo presidente de Estados Unidos: el multilateralismo; y de cómo su máximo exponente, la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha evitado, desde su fundación en 1945, catástrofes humanitarias como la que concluyó ese año y dejó entre 50 y 70 millones de muertos.

“Ahora bien —alertó—, ese mundo de los años 50 ha cambiado radicalmente y han aparecido nuevos talones de Aquiles”.

“Luces ámbar”. Si en el prólogo de su obra alerta sobre una “falta de gobernabilidad internacional” y una “falta de transparencia en el mundo económico”, cuya combinación precipitó la crisis mundial de 2008, que ocasionó una “revuelta contra la globalización y el resurgimiento del proteccionismo nacionalista (Brexit y Trump son algunas de sus consecuencias)”, en el epílogo de su versión revisada de Tiempos de guerra y paz propone una refundación de la diplomacia internacional para evitar males mayores.

“Debemos apagar —como dijo durante la entrevista— demasiadas luces ámbar encendidas. Es inaplazable una actualización del sistema de Naciones Unidas, que fortalezca la gobernabilidad internacional y haga frente a nuevos desafíos, como el cambio climático”.

“La salida unilateral de Estados Unidos al Acuerdo de París es consecuencia de ese aislacionismo que abandera Trump”, subrayó Bremer. Sin embargo, puntualizó, el surgimiento de líderes expansionistas (como el ruso Vladímir Putin y el chino Xi Jinping) o de líderes más preocupados por sus intereses nacionales que por los problemas que nos afectan a todos — “Trump y su America First—, podría tener el efecto contrario.

“La renuncia de Trump a sumarse al resto de potencias para combatir la evidencia científica del cambio climático fortaleció el empeño de otras naciones en combatir juntos esta grave amenaza”, declaró.

El papel de México. En este escenario “delicado”, el embajador está convencido de que se abre una oportunidad para que México recupere su papel protagónico en la diplomacia internacional y en la defensa de multilateralismo.

“Recordemos que México ya tomó la iniciativa en asuntos tan trascendentales como el Tratado de Tlatelolco [firmado en 1969, como respuesta a la crisis de los misiles de Cuba], gracias al cual tenemos toda la región latinoamericana desnuclearizada; o el Derecho Marítimo [firmado en 1984 y que afecta a las relaciones entre las naciones en asuntos claves, como el de la neutralidad o la beligerancia en tiempos de guerra]”.

“México tiene la oportunidad de volver a jugar un papel de liderazgo junto a viejos y nuevos aliados”, declaró en alusión a la necesidad de cortar con años de dependencia de Estados Unidos y volver a situarse en la primera línea del frente de países que defienden la multilateralidad.

Frente a ese paso atrás dado por Trump, recordó, no sin cierta ironía, que EU pasó de liderar el nuevo orden mundial multilateral, desde hace siete décadas, a votar por un presidente aislacionista, que amenaza acuerdos internacionales vitales para la seguridad, como el de la OTAN. Sin embargo, señaló también los efectos positivos surgidos muy recientemente en respuesta a esa ofensiva del unilateralismo. “La Unión Europea ha pasado de estar seriamente amenazada por líderes populistas y nacionalistas a recuperar el sentido común, con la victoria en Francia de Emmanuel Macron y [la probable en otoño] de la canciller alemana Ángela Merkel”.

En el mismo sentido, dijo, la ofensiva de Trump contra el TLC y su intención de sacar beneficios para su país, ha servido para que el gobierno mexicano reaccione y “retome la iniciativa” para explorar nuevos mercados y nuevos aliados comerciales.