Pese a Ley de protección animal, Congreso autoriza peleas de gallos y vaquilladas

Con el voto a favor de 25 diputados y en contra de 15, el pleno del Congreso del Estado aprobó que las peleas de gallos no sean regidas por la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz, permitiendo así que se puedan desarrollar sin ninguna prohibición.

También quedaron excluidos de la aplicación del referido marco normativo, los espectáculos de tauromaquia, capea de toros, novillos y vaquillas, faenas camperas, las carreras de caballos, actividades relacionadas con el deporte de la charrería, jaripeos, Granjas Cinegéticas, Unidades de Manejo Ambiental (UMAS), y demás permitidas por la Ley, las que habrán de sujetarse a lo dispuesto en las Leyes, Reglamentos y demás ordenamientos jurídicos aplicables a la materia.

Previo a la discusión del dictamen, la diputada por Morena, María del Rocío Pérez Pérez, presentó una moción suspensiva para que el mismo no fuera sometido a votación hoy, alegando que la comisión que preside nunca fue tomada en cuenta para elaborar el proyecto, lo cual controvino lo establecido en el Reglamento Interior del Poder Legislativo; no obstante, su petición no fue admitida.

Seguidamente, su homólogo verdeecologista, Manuel Francisco Martínez Martínez, subió a tribuna para cuestionar que los panistas estén retrocediendo en los avances que se han tenido en la protección de los animales y es que destacó que Veracruz es reconocido a nivel internacional por contar con un paquete de instrumentos jurídicos que los cuidan.

“No estamos para hacer retroceder a Veracruz (…) no echemos abajo leyes que representan vanguardia y orgullo para el estado”, mencionó en sus palabras, lo cual provocó que grupos defensores presentes en la plenaria se expresaran en contra de la tortura.

En el mismo sentido se expresó la priista Regina Vázquez Saut, pues mencionó que el espíritu de las leyes es buscar la armonía, el derecho y respeto de todos los ciudadanos, de allí que llamó a tomar conciencia y revisar si permitir la actividad gallística es algo que retrocedería lo alcanzado en la entidad y más porque para ella, la modificación no cuenta con el aval social.

Pero el coordinador del Grupo Mixto “Juntos por Veracruz”, Basilio Picazo Pérez, quien reconoció que se ha dedicado a la cría de gallos de pelea, refirió que esta actividad se remontan desde el Siglo XVI y representa una importante fuente de ingreso para los criadores. Según él, no hay violencia en la gallicultura, generando 500 mil empleos indirectos en todo el estado de Veracruz.

Rodrigo García Escalante, del PAN, expuso que en México se juegan cerca de 3 millones de peleas por año y en Veracruz 100 mil peleas por temporada, siendo nuestra entidad la principal productora de aves de combate, con un millón y medio de animales de combate.

En la iniciativa, los integrantes del blanquiazul adujeron que en la entidad ha permeado con gran arraigo, la actividad cultural de las peleas de gallos constituyendo un icono representativo de la cultura popular local, de allí la importancia de permitir su desarrollo. 

Expusieron que dicha actividad desde 1874 se sujeta a una estricta reglamentación, en la que se establecen las condiciones que deben tener los animales que participen en palenques, así como el comportamiento a seguir por los jueces, los soltaderos, y el público en general. 

“Las peleas de gallos son una tradición que genera una gran derrama económica que beneficia no solo al Estado, sino al país en distintas formas así como también crea empleos a campesinos y personas mayores”, afirmaron.

Cabe recordar que la anterior Legislatura reformó dicho ordenamiento jurídico para prohibir la actividad gallística, de allí que los actuales diputados consideraron despenalizarla alegando que las personas que se dedicaban directa o indirectamente a la misma, están sufriendo las consecuencias de la prohibición. 

Puntualizan que en México debe de haber una reserva de no menos de 40 millones de gallos de pelea en crianza, listos para pelea que no deben de ser menos de cuatro millones de gallos, por lo que la industria de “la navaja” produce anualmente 335 millones de decenas de navajas anuales lo que implica la existencia de al menos 250 toneladas de acero.