Karime, “la testigo madre”

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal que publica en El Financiero escribe interesantes comentarios sobre el caso de Javier Duarte, su esposa y Xóchitl Tress: “La señora Macías es una mujer de carácter fuerte, que reacciona explosivamente. Las revelaciones de los fiscales no le cayeron, sin embargo, de sorpresa. La relación de Duarte con la señora Tress Rodríguez le era familiar desde hace aproximadamente tres años, cuando su prima Córsica Ramírez Tovilla, a quien le dio la responsabilidad de manejar las redes sociales en el gobierno de su esposo, le mostró todas las fotografías que había subido la viuda en su página de Facebook, donde mostraba una vida con muchas licencias personales.
“Todas estas relaciones y fugas existenciales de su esposo no eran desconocidas para la señora Macías, quien desde hace aproximadamente tres años, cuando descubrió su relación con la señora Tress Rodríguez, comenzó su distanciamiento y con ello el pudrimiento de su matrimonio. Probablemente por sus hijos –Duarte era un buen padre– fue que no buscó el divorcio antes, y sólo hasta llegar a Londres, humillada y lastimada por el bullying a sus hijos en la escuela, cuando el padre estaba prófugo, inició ese trámite que está en curso en la Ciudad de México.
“Es imposible que las autoridades no tengan todo este contexto, acompañando la información sobre el papel clave que jugó, junto con Manzur, en la enorme red de presunta corrupción en Veracruz. La PGR, podría alegarse, debe estar buscando que la señora Macías, a quien le indigna verse en los medios, se irrite aún más y forzarla a que rinda voluntariamente una declaración ministerial, ante la imposibilidad, por ley, de obligarla a declarar contra su esposo.
“Karime Macías, de lograrse su declaración –en el supuesto de que sea esa la estrategia que persigue la PGR al golpearla en el orgullo y exhibirla públicamente–, se convertiría en el testigo que destruya a Duarte. Nadie, salvo Manzur, en la triada que se conoció en la Universidad Iberoamericana, conoce todo lo que hicieron y cómo lo hicieron. Pero nadie, ni siquiera Manzur, tiene el conocimiento de cuáles eran los resortes que se tenían que tocar para que el dinero fluyera del gobierno, ni cuánto ni cómo se utilizaban esos recursos para, por ejemplo, campañas políticas, de lo que se hablará en futuros textos. La señora Macías sería la testigo madre para este juicio que hoy pinta sin precedente.”