De Andrés Manuel López Obrador podrán decirse muchas cosas, menos que no tiene olfato político y astucia.
En medio de la tremenda crisis venezolana y de las voces que con o sin razón lo ven como un potencial émulo del presidente Nicolás Maduro, el “Peje” realiza una gira por Sudamérica y su primer punto fue Chile, donde se reunió con la presidenta Michelle Bachelet, cuyo perfil socialdemócrata es la cara amable de la izquierda. Imagen con la que López Obrador quisiera ser identificado.
Sin embargo, varios de los radicales que giran alrededor suyo son defensores a muerte del indefendible Nicolás Maduro, a quien el propio Andrés Manuel -fiel a su costumbre de hacerse bien tonto con temas que no le gustan o que lo comprometan- ha evitado condenar por la violencia que azota a Venezuela y sus prácticas dictatoriales.
¿Pragmatismo o simpatía soterrada? Quién sabe. A ver si durante su estancia sudamericana el “Peje” muestra su verdadera cara.





