El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, dijo ayer que su país busca un “diálogo” con Corea del Norte pero siempre bajo la condición de que renuncie a las armas nucleares.
“Esperamos que, en algún momento, empiecen a entender eso y que nos gustaría sentarnos y tener un diálogo con ellos sobre el futuro que les dé la seguridad que buscan y la prosperidad económica futura para Corea del Norte”, aseguró ayer Tillerson en una comparecencia de prensa en el Departamento de Estado.
Por eso EU sigue pidiendo a China que use su influencia sobre Corea del Norte para “crear las condiciones” para un “diálogo productivo”, agregó.
“No pensamos que tener un diálogo en el que los norcoreanos lleguen a la mesa asumiendo que van a mantener sus armas nucleares sea productivo”, señaló el secretario de Estado.
Tillerson, que hizo ayer un balance de sus primeros seis meses como jefe de la diplomacia estadunidense, comenzó su repaso de los principales retos exteriores del país por la amenaza norcoreana.
La estrategia estadunidense desde que asumió el cargo ha sido la “presión pacífica” sobre el régimen de Corea del Norte para lograr que “desarrollen la voluntad de sentarse a hablar” con EU y otros países.
“Hemos reafirmado nuestra posición hacia Corea del Norte, que lo que estamos haciendo no es buscar un cambio de régimen, ni el colapso del régimen. Que no buscamos una reunificación acelerada de la península”, indicó Tillerson.
“No buscamos una excusa para enviar a nuestros militares al norte del paralelo 38. Estamos tratando de transmitir a los norcoreanos: No somos su enemigo. No somos su amenaza, pero están representando una amenaza inaceptable para nosotros y tenemos que responder”, agregó.
Tillerson aseguró que EU continuará en ese esfuerzo con una “presión aún mayor” sobre el régimen norcoreano porque las opciones que tiene en esta situación “son limitadas” y “no particularmente atractivas”.





