El estimado en 3,125.3 millones de pesos, que como presupuesto se tiene autorizado por el Congreso de la Unión y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para el Tribunal Electoral Federal que tendrá la última palabra en la elección federal de 2018, resultará “barato” si con la aplicación de esos recursos se pudiera impedir el derramamiento de sangre entre las partes que terminen en pugna. Y es que el presupuesto que fue autorizado para el año en curso (2017) alcanza esa cifra de 3,125.3 Millones de Pesos; de donde se desprende que el sueldo anual por magistrado es de 4.5 Millones de Pesos y se insiste en precisar que son SIETE los magistrados que integran la Sala Superior del TEPJF.
Con cada magistrado trabajan o colaboran muy de cerca entre 30 y 40 funcionarios que conforman su “ponencia” y esos especialistas en el Derecho Electoral, cuentan con trayectoria académica, perfil profesional y experiencia adquirida mediante el desempeño de cargos públicos, tales como: proyectistas; asesores; secretarios técnicos; y algunos hasta han desempeñado dentro del Poder Judicial, la titularidad de juzgados y magistraturas o fiscalías; pero toda esa actividad dentro de la materia electoral y sus nombramientos son el resultado de la negociación entre las principales fuerzas políticas que cabildean desde el Senado, para el PRI, el PAN y el PRD; sin que hasta hoy haya participado el partido MORENA, que preside AMLO, quien a su vez será el candidato presidencial de esa fuerza política y sus aliados. Cabe señalar que los sueldos y prestaciones económicas de estos distinguidos personajes, son inmejorables, de acuerdo a los niveles de vida a que se pueda aspirar decorosa y honestamente en México.
Si se quiere pensar bien y acertar, podríamos asegurar que el presupuesto público asignado al TEPJF, es suficiente para que nadie se preste a la corrupción de la dádiva a cambio de favores, o de los regalos costosos con que acostumbran sobornar y comprar voluntades gobernadores corruptos, empresarios privados o magnates de la iniciativa privada o dirigentes de partidos políticos marcados o envueltos en el velo de la corrupción que todo o casi todo lo puede en este México nuestro.
Las condiciones para una lucha democrática donde la participación ciudadana decida por mayoría de sufragios el rumbo político de México, para el proceso electoral de 2018, se observan inmejorables. Y aún con lo difícil y el esfuerzo que representa recaudar a través de los impuestos esos miles de millones de pesos para costear el próximo proceso electoral federal, bien vale la pena, en aras de mantener la democracia como único sistema de gobierno para defender las libertades.
La muerte sorprendió el pasado mes de abril en su casa de Roma, Italia, al maestro, politólogo, investigador y reconocido pensador contemporáneo Giovanni Sartori, quien a la edad de 92 años reflexionaba con lucidez sobre los acontecimientos políticos de la época actual y cuya preocupación intelectual se centraba en la democracia; desde su juventud cuando dio cátedra de los Sistemas Políticos en la Universidad de Florencia; hasta la formulación de su creación el “Homo Videns” cuya crítica alertaba de los riesgos de la democracia a través de la banalización de la política por medio de la televisión, donde el maestro Giovanni Sartori vio la destrucción del concepto racional sobre temas de la Agenda Política, ante la intromisión de improvisados impreparados sin mayor conocimiento de la Ciencia Política, que según Sartori debía estar reservada para profesionales e ilustrados de la política.





