FILTRA, INVENTA, DIFUNDE Y CALUMNIA; QUE ALGO QUEDA AL FINAL DEL CAMINO

Las filtraciones a la prensa que alimentan la curiosidad y el morbo de los lee periódicos y de quienes gustan de estar informados (al día o al instante), ahora que las redes sociales dan la vuelta al mundo en cuestión de minutos, son el hobbie de moda de la clase política de todo nivel; incluida la que labora y vive en la residencia oficial de los Pinos.

Para los filtradores, lo importante es conocer los efectos que causan en los recipiendarios de los mensajes; y en todo caso, las reacciones de quienes podrían resultar afectados directamente o con daños colaterales; según los propósitos que se persigan.

Imágenes y personalidades; ascensos y derrumbes de carreras y aspiraciones políticas; triunfos y derrotas electorales; en fin, con la facilidad que ahora se tiene para “tirar la piedra” y esconder la mano, los cobardes calumnian, difaman y sacian sus morbos escondidos en el anonimato que les da valor para hacer sus deleznables travesuras.

Y como la lucha política en México, nunca ha sido de valientes; qué se puede esperar??? en lo local; si desde la Casa Blanca se disparan a todo el mundo “filtraciones” mentirosas y gastadas que comprometen al Presidente Peña Nieto al pago del “Muro de la Ignominia”; con la intención de distraer a los pocos crédulos que todavía aparecen derramando bilis a lo tonto.

Ahora que lo más desafortunado de este affaire ha resultado la respuesta bravucona y callejera de don Luis Videgaray Caso, quien para salir en defensa del gran Tlatoani de los Pinos; se desgarró las vestiduras con lenguaje más vulgar y más procaz y corriente que el de su brother Eduardo Videgaray Caso (mancuerna de la estaca y estrella del programa televisivo “Qué importa).

Filtraciones, calumnias, difamaciones, dimes, diretes y habladurías, seguro que continuarán, mientras no tengamos los mexicanos cosas verdaderamente importantes en que pensar. Aunque las ciudades, plazas comerciales, centros de diversión, calles, avenidas, carreteras y caminos rurales sigan ensangrentandose con ejecuciones de la narcoviolencia, huachicoleros y bandas como la del cártel de Tláhuac y su difunto líder “él ojos” y tantos émulos y seguidores que deambulan por todas partes en total impunidad.