Partiendo de la base de que “todo lo que resiste, apoya”, la resistencia de AMLO y su persistencia por llegar a la presidencia de la república, mediante una elección democrática, obliga a la reflexión; que nos permite a su vez, conocer el verdadero propósito del líder tabasqueño, que acostumbrado al trabajo político, sin tregua y sin descanso, suma cotidianamente simpatizantes y seguidores que como granitos de arena, aumentan en forma permanente, la base social en que descansa el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Y el escudo con el que se protege AMLO y con el que espera salir ileso de la guerra sucia, es tan sencillo pero a su vez tan efectivo, para eludir los ataques de la guerra sucia de sus opositores, mediante el mágico “safe”, que no es otra cosa más que esquivar el combate frontal e ignorar las ofensivas descalificaciones, que acusan a AMLO de populista, mesiánico, antireligioso y recipiendario de “dinero” de origen ilícito.
Lo mismo sucede, respecto de las imputaciones de los organismos empresariales oficialistas, que anuncian expropiaciones “sin causa de utilidad pública” y en perjuicio de la iniciativa privada, a lo que López Obrador simplemente responde con un “safe”; al igual que cuando los malquerientes de MORENA le atribuyen al peje, la orden de reducir el crecimiento demográfico, limitando el derecho a la procreación de un solo hijo por familia, “Safe” vuelve a repetir el peje y SAFE con mayúsculas, a todo aquello que conlleva el animo provocador de una discusión estéril.
De que las preferencias electorales favorecen al partido MORENA; no hay duda. Y de que con el licenciado Andrés Manuel López Obrador, como candidato presidencial de las izquierdas auténticas, si hoy fueran las elecciones, ganaría “de calle” y fuera de toda duda, también es cierto. Ahora que, reconocer el triunfo del candidato del partido MORENA y más que nada, reconocer el triunfo del licenciado Andrés Manuel López Obrador para llegar a los Pinos, es prácticamente imposible; puesto que a la congruencia política, a la razón y a las prácticas democráticas, es a lo que le apuestan los panistas de la extrema derecha; los “nacionalistas revolucionarios” del PRI; los izquierdistas trasnochados y oportunistas del PRD; y finalmente TODOS esos partidos, unidos para impedir que el nuevo gobierno llegue a los Pinos, encabezado por el promotor del safe, safin, safado.
Dijo alguna vez el ex gobernador de Guerrero y líder nacional del pulpo camionero, don Rubén Figueroa Alcocer, que la participación en una contienda política, se hace para ganar; que nada es igual, ni comparable con el triunfo; y que de ser necesario hay que defender los resultados electorales, a sangre y fuego; por eso el viejo cacique guerrerense, que sufrió en carne propia el secuestro de su persona a manos del guerrillero Lucio Cabañas, fue acusado de violento, bravucón y señor de horca y cuchillo, cuyas aspiraciones políticas logró consolidar, a sangre y fuego. Lo único que le faltó al hombre que podía paralizar al país, con una orden al pulpo camionero de su propiedad, fue llegar a los Pinos, y todo porque el tiempo y la salud, no perdonan nada y a nadie.
De los aliancistas PAN-PRD y su vapuleado “Frente Amplio” no se cree que estén dispuestos a dar la batalla hasta el final en contra de MORENA; y si se piensa, que de aquí a la elección del próximo año, muchos panistas-perredistas, defeccionen para sumarse al PRI o a MORENA. Y de priistas arrepentidos, que son los que al final abandonan su barco tricolor, para subirse al de los ganadores, se espera que se sumen en favor de MORENA y de su candidato AMLO, antes de que les aplique el ya famoso “Safe”.
Solo que los ultras del PRI, PAN y PRD, volverán a las traiciones y guerra sucia como las que en las elecciones del año 2000 y 2006, llevaron al triunfo a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe de Jesús Calderón Hinojosa; usurpando los triunfos democráticos del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y del licenciado Andrés Manuel López Obrador.





