Mano dura en la Sedesol federal

A unas cuantas semanas de que inicie el proceso electoral del 2018, uno de los grandes temas con los que se habrán de enfrentar las y los candidatos, es la corrupción.
Desafortunadamente nuestro estado ha dado cátedra en este tema, por lo que les toca doblemente difícil a los futuros candidatos y candidatas, claro, no para aquellos que desde cualquier trinchera que han ocupado han intentado combatir este problema social.
Ahí tiene usted a la delegada federal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Anilú Ingram Vallines, a quien se le ubica como una fuerte contendiente al Senado de la República, sin cola que le pisen.
Desde que llegó Ingram Vallines a la delegación ha desarrollado toda una serie de medidas para evitar que se cometan actos de corrupción con todos los programas sociales que ofertan. Una de sus primeras acciones fue hacer una exhaustiva revisión de los padrones, como el de Más 65, a fin de depurarlo y permitir la incorporación de más abuelitos.
Por ese tipo de acciones, la delegación que encabeza Ingram Vallines se ubica en el cuarto lugar, a nivel nacional, en materia de transparencia y rendición de cuentas. Ni un solo escándalo por malos manejos ni corrupción.
Por cierto que este jueves, gracias a su gestión viajará con más de 70 alcaldes a la Ciudad de México a fin de que sea asesorados sobre el tema del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FISM).
Los números hablan por sí mismos e Ingram Vallines no solo ha entregado buenas cuentas en el combate a la pobreza, sino que además lo ha hecho en caja de cristal, por lo que el tema de la corrupción no será problema alguno para ella.