Ya me imagino a los maestros de las escuelas de periodismo o de Ciencias de la Comunicación que le recomienden a sus alumnos que sólo le pregunten a los gobernantes sobre sus “logros” pedorros o sus actos “buenos” o “positivos”. ¿Pero en qué cabeza cabe semejante tarugada? Sólo en la de quien manda en Veracruz. Ese señor está operado del cerebro, y si no lo está, que lo operen, pero uuuuurgentemente.





