Santiago Avendaño, un cartucho quemado

Se acercan cada día más los tiempos de las definiciones para los aspirantes a la gubernatura veracruzana y a las diputaciones federales.
A diferencia de los tiempos de don Fidel Velázquez, ahora el que no se mueve no sale en la foto.
Se barajan nombres en todos los partidos políticos, y entre los que “destacan”, para decepción de muchos, es el de Santiago Avendaño Barrios, actual alcalde de Ángel R. Cabada, quien no se conforma con lo que ha “obtenido”, sino que quiere más.
Así entonces, Avendaño Barrios ahora aspira a ser candidato a diputado federal por el Distrito XIX, el cual abarca desde Los Tuxtlas hasta Alvarado, y está buscando la postulación por el Revolucionario Institucional, en alianza con el Partido Verde Ecologista de México.
Son muchos los que apuestan por que se le caiga la candidatura, pues argumentan que su actual gestión ha decepcionado a la gran mayoría. Se ha ventilado en los medios locales que los líderes campesinos, los dirigentes de organizaciones sociales, y hasta los mismos agentes municipales hablan pestes de Santiago Avendaño.
Se quejan de la falta de obra pública y nadie sabe qué destino han tenido los ingresos por el cobro del predial, los impuestos de los cabadenses y los más de 60 millones de pesos del presupuesto anual; dicen que saluda con sombrero ajeno, pues las pocas obras realizadas son del gobierno federal, vía SEDATU, Conagua, SEP, Prospera y Sedesol.
En 2015, a sólo un año de haber asumido la presidencia municipal de Ángel R. Cabada, don Santiago logró la compra-venta de un terreno de 60 hectáreas, a un precio de 6 millones de pesos, predio que se conoce como “Cerro Prieto”, el cual está rodeado de las comunidades de Chonegal, Plan de los Naranjos y Laguna Colorada. Muchos recuerdan que ya en la administración que presidió anteriormente compró 10 hectáreas en esa misma zona, de modo que sólo le falta adquirir un predio más que se interpone entre las dos propiedades para formar una sola, para lo cual ya estaría en tratos.
Habrá que ver si están reportados estos terrenos en su declaración patrimonial que como funcionario público tiene la obligación de hacer, o simplemente los pone a nombre de otros, al puro estilo duartista.
Los ganaderos de la zona que intenta “representar”, vía la diputación federal, recuerdan cuando intentó meterse por la fuerza a su asamblea para tratar de imponer la balanza en favor de su candidato, que en ese momento perdía 3 a 1. Santiago Avendaño, con su característica prepotencia, trató de intimidarlos diciéndoles que pensaran bien su voto, que él era la autoridad, pero nunca esperó que los ganaderos reaccionaran con decisión y se le fueron encima, lo corretearon y le mentaron la madre. No conformes, lo atacaron con picos, palas y machetes, por lo que tuvo que ser sacado por sus guaruras por atrás del recinto ganadero.
Así las cosas, la decisión sobre las candidaturas por venir está en manos de los dirigentes de los diversos partidos políticos. Ellos deberán evaluar las carreras partidistas de sus mejores hombres, las trayectorias limpias de los diferentes aspirantes a todas las diputaciones y a la gubernatura. O, por el contrario, se irán por el camino fácil y postularán a los de siempre, a los amigos, “socios” o demás, aunque no les garanticen el triunfo. En poco tiempo sabremos si, en el caso de los priistas y de los verdes, aprendieron la lección.