Al presentar su plan para la institución, en caso de ser designada; la aspirante a la Rectoría de la Universidad Veracruzana (UV), María Esperanza del Rosío Córdova Plaza, planteó tres ejes para el desarrollo económico.
Para ella, se hace necesario reformar los planes y programas de estudio y del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) desde su área básica y en cada programa de las áreas disciplinarias.
Córdova Plaza mencionó que la UV debe crear un programa de jóvenes investigadores, que incluya a los estudiantes de licenciatura y posgrado, logrando su vinculación e impulsando sus liderazgos.
Asimismo, urgió la modernización de las funciones académicas, gestionando una única plataforma de conocimiento que permita tener acceso a la información desde allí.
“Hay que revisar los procesos administrativos para simplificarlos; identificar los cuellos de botella, en dónde se atora el flujo de operaciones y necesitamos una reingeniería organizacional para redistribuir cargas administrativas que ahora están desbalanceadas”, precisó.
En la ronda de preguntas y respuestas de los asistentes, destacó que el consumo de drogas en la institución es una problema que se está viviendo de forma generalizada y que está vinculado con el clima de violencia que vive la entidad veracruzana.
A su juicio, ello se debe a que el acceso a los estupefacientes está cada vez más a la mano de los jóvenes, «es más fácil, los estudiantes tienen este contacto cercano», por lo que se hace necesario informar sobre los peligros a la salud, los problemas sociales que puede tener el consumo.
Además manifestó que hay una vinculación directa entre el consumo y la falta de oportunidades y el ocio de los jóvenes, además una relación entre la violencia social y la violencia doméstica.
Sobre las cargas de trabajo que tienen los académicos, abundó que para impartir 20 horas de docencia, se necesitan otras 20 horas de preparar las clases.
«Tenemos que revisar muy seriamente para ver cómo se están repartiendo las cargas, hay propuestas de que los docente Prodep puedan tener menos cargas, también los investigadores que aunque deben tener menos carga, eso no se da», lamentó.
Puso como ejemplo su caso, que es Investigadora Nivel III y que está obligada a dar clases de licenciatura, pero actualmente imparte enseñanzas a tres grupos de pregrado y posgrado, obligándola a trabajar desde la mañana hasta altas horas de la noche. «Esto no es un caso aislado, pasa con muchos académicos».





