Las nuevas FARC echaron ayer a andar la primera jornada del congreso en el que definirán las bases del que será su partido político. En las primeras horas del encuentro, los diferentes discursos consolidaron las posiciones de extrema izquierda y el apego a las ideas revolucionarias que defendieron antes con las armas durante medio siglo.
Nada más comenzar su intervención, el máximo líder ex guerrillero, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, insistió en que el partido “ejercerá su actividad por medios legales”, pero defendió que “esto no significa que renunciemos de algún modo a nuestros fundamentos ideológicos o proyecto de sociedad”.
Muchos de los excombatientes y hoy delegados portaban camisetas blancas con el eslogan “por un gobierno de transición para la reconciliación y la paz”, lema bajo el que se celebra el encuentro político.
Pese a que no hizo mención directamente a los principios comunistas con los que se fundaron las FARC, “Timochenko” sí aludió a que buscarán que se instale en Colombia “un régimen político democrático que garantice la paz con justicia social, el respeto a los derechos humanos y un desarrollo económico con bienestar para todos”.
El número dos de la organización, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, reconoció que las FARC deben superar la “estigmatización” social para poder tener éxito en su transformación como partido político.
En el congreso, los participantes decidirán, entre otros, el nombre del partido, su programa ideológico y sus listas para buscar escaños en Congreso. Márquez adelantó hace unos días que el nombre del partido será Fuerzas Alternativas Revolucionarias de Colombia. Es decir, FARC.
