El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, se encuentra en el ojo del huracán después de que su decisión de ordenar la expulsión del jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig), la institución más respetada del país, provocase una ola de indignación, por el burdo intento del excómico de no ser investigado.
Sin dar mayores explicaciones, Morales declaró “persona non grata” al jurista colombiano Iván Velázquez, alegando “injerencia en asuntos internos” y no, según dijo, porque hace una semana pidió que se levante la inmunidad al jefe del Estado, para investigarlo por presuntamente recibir financiamiento electoral ilegal en la campaña de 2015.
“Reitero con toda vehemencia que no actúo por motivos personales”, dijo Morales en un mensaje a la nación, después de destituir de forma fulminante al ministro de Exteriores guatemalteco, Carlos Saúl Morales, al negarse a cumplir la orden.
Horas después, el Tribunal Constitucional amparó provisionalmente al titular de la Cicig y advirtió de que queda sin efecto la orden de expulsar a Velásquez de Guatemala.
De momento, la única dimisión ha sido la de la ministra de Salud, Lucrecia Hernández, por considerar que el presidente está “a favor de la impunidad y de los sectores corruptos del país”, según su carta de dimisión.
Gritos de dimisión. La decisión fue aplaudida rabiosamente por los cientos de manifestantes que se encontraban ayer frente a la sede del Constitucional, donde pidieron a gritos la dimisión del presidente.
Sin embargo y en clara advertencia al Constitucional, el presidente sostuvo en su mensaje que la Constitución de su país “es clara y tajante” de darle la dirección de la política exterior y que “ningún tribunal nacional tiene el respaldo constitucional para injerir en las decisiones del Presidente en dicha política”.
Es el segundo revés para Morales en tres días. El presidente intentó el viernes que la ONU relevara a Velázquez al frente de la Cicig, a lo que se negó el organismo mundial, que recibió el apoyo de su secretario general, António Guterres, y del Departamento de Estado de EU.
Acorralado. En una conferencia de prensa, el influyente Grupo de los Cuatro, compuesto por la Iglesia Católica, la Procuraduría de los Derechos Humanos, la Alianza Evangélica de Guatemala y la Universidad de San Carlos de Guatemala, emitió un comunicado de apoyo al jefe del Cicig y aseguró que el presidente tiene que acatar la decisión de la Corte de Constitucionalidad porque “ni el presidente es superior a la ley”.
Juicio a su hijo. El escándalo coincide con el inicio el miércoles del juicio por corrupción a su hijo José Manuel Morales y su hermano Samuel Morales.





