El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que para resolver la crisis de los misiles hablar “no es la solución” con Corea del Norte, país que ha recrudecido su amenaza sobre la región del Pacífico con el reciente lanzamiento de otro cohete que sobrevoló Japón.
“Estados Unidos ha estado hablando con Corea del Norte y pagándoles dinero de extorsiones durante 25 años. ¡Hablar no es la solución!”, señaló Trump en Twitter.
El martes el republicano advirtió a Norcorea que “todas las opciones están sobre la mesa” y consideró que el lanzamiento de este nuevo misil es un signo más del “desprecio” de Pyongyang por “sus vecinos, por todos los miembros de las Naciones Unidas y por las normas mínimas de comportamiento internacional aceptable”.
Trump no concretó qué está considerando la Casa Blanca, aunque este mes dijo en Twitter que “las soluciones militares están completamente preparadas, listas para el combate, por si Corea del Norte actúa de forma imprudente”.
DIVERGENCIAS. Por otra parte y contradiciendo la postura de Trump, el secretario de Defensa de EU, James Mattis, aseguró ayer que todavía hay espacio para una “solución diplomática” mediante diálogo directo ante la escalada de tensión militar con Pyongyang, esto, apenas una hora después de que Donald Trump afirmara que “hablar no es la solución” con Pyongyang.
“Nunca estamos sin soluciones diplomáticas”, dijo Mattis en el Pentágono, donde se reunió con el ministro de Defensa de Corea del Sur, Song Young-Moo, después de que Norcorea recrudeciera la amenaza a la región del Pacífico con el lanzamiento esta semana de otro misil que sobrevoló Japón.
“Continuamos trabajando de manera conjunta y el ministro y yo compartimos la responsabilidad de ofrecer protección a nuestras naciones, nuestros ciudadanos y nuestros intereses, que es de lo que vamos a hablar aquí”, agregó Mattis.
PRUEBA. En tanto, el ejército estadunidense interceptó un misil de mediano alcance frente a las costas de Hawái, en una prueba calificada de exitosa del sistema de interceptación de misiles con el que Japón busca reforzar su defensa ante Corea del Norte, destacó la cadena CNN.
En la prueba se usaron cohetes guiados Standard Missile-6 (SM-6) que interceptaron un misil balístico lanzado desde una base en Kauai, Hawái, gracias al radar AN/SPY-1 del que dispone el portaaviones USS John Paul Jones.





