Porque vivir fuera del presupuesto es vivir en el error -diría el clásico-, el ahijado de bautizo de Fidel Herrera y amigo íntimo de Javier Duarte, vuelve (regresar lo que se llevó, ni de broma), a la delegación del Instituto Nacional de Migración.
Tras la dolorosa derrota en las urnas de Cosamaloapan, Tomás Chascarrillo va por las últimas quincenas de la dependencia federal. Que aproveche, porque se antoja harto difícil que su partido gane gubernatura y Presidencia, en 2018.
