El Senador Cordero, por esta vez, organiza la cena del PAN y no va como comensal; desea ver, si sacrifican un borrego mejor, dispuesto a morir por su causa.

Como si se tratara de una obra de teatro, montada para la diversión de propios y extraños, “mister Bean”, bautizado así el ex secretario de Hacienda por sus propios compañeros del PAN, Ernesto Cordero, quien ya no soporta vivir fuera de los reflectores, aceptó cambiar de chaqueta y se puso a las órdenes del Senador Emilio Gamboa Patrón, coordinador de todos los senadores, pero particularmente, coordinador de los senadores del PRI, quienes ostentan la mayoría en la Cámara Alta, y están trabajando día y noche, para pactar el convenio que les permita aprobar una ley para que el presidente no sólo proponga, sino que nombre al sucesor del doctor Raúl Cervantes Andrade, actual titular de la PGR; con fuertes vínculos con el PRI, puesto que en dos legislaturas pasadas ya representó al partido del presidente, logrando dos diputaciones federales que lo mancharon con tinta indeleble de los colores de la bandera de México.

La erudición del doctor Cervantes, no justifica la aparente alianza que los senadores del PRI y del PAN, han suscrito para que pase a votación en “fast track”, la aprobación o el cambio de titular de la PGR, a Fiscal General de la Nación; por la presunción bien fundada, que deberá guardar a los senadores del tricolor; al presidente de la república (cuando ya no lo sea), y a tantos y tantos “amigos” empresarios, de los que no podrá desvincularse el doctor don Raúl Cervantes Andrade. Sin embargo, de lograr el Presidente Peña con la colaboración de los talacheros del PRI como el senador Emilio Gamboa Patrón, sin duda, el señor presidente de México, estará dando lecciones de política y de “cabildeo”, como no se le había visto en otros temas como la Reforma Educativa, con la SNTE y con la CNTE, solo por decir un ejemplo.

Y si el fenómeno meteorológico llamado “Harvey”, sigue inundando tierras americanas, en vez de orientarse hacia otras zonas como las que hasta ahora han llevado a Donald Trump a pedir con desesperación, que cesen las lluvias y salga el sol, para rescatar a los miles y miles de damnificados en los estados de Texas y Luisiana; a tal grado que como fenómeno colateral, está urgiendo Donald Trump a sus negociadores del Tratado de Libre Comercio; a que lo resuelvan ya, o de plano lo dejen en suspenso porque en este momento no representa una prioridad para el gobierno experimental de Donald Trump.

Así las cosas, para México se ha presentado la oportunidad histórica de presionar a los propios responsables de la economía, la diplomacia y los negocios internacionales, del país más poderoso y rico del mundo, para imponer condiciones; que de no ser aceptadas, serán reservadas para mejor ocasión, pero por decisión de nuestros representantes y no de quienes vienen representando a Donald Trump con el gastado lema de “América para los americanos”.

Entre tanto, en el Senado de México, que siga el vacilón y el doble de mister Bean que siga aguantando las burlas y faltas de respeto de sus correligionarios del PAN, quienes han llegado a la provocación con una cartulina que lo insulta y agravia con el texto a sus espaldas de: “aquí el traidor” y el diputado Santiago Torreblanca sosteniendo el cartón con una flecha que apunta hacia quienes ellos consideran traidor a su causa o a sus intereses.

Se comenta entre senadores y diputados, que circularon otros carteles con el lema “no al #fiscal carnal”. Pero la burla y la festividad de los blanquiazules, a nada conduce; porque de concretarse el nombramiento, el primero que saldría ganando es el señor presidente Peña Nieto, por dejar en evidencia la división de poderes directamente en su favor.

De autor anónimo, circula el verso alusivo a la “compra de voluntades” muy a tono con la escena que presentan los senadores del PRI y del PAN, en pleno contubernio y amorío.

“Todo y todos en la vida, tenemos un precio puesto, para que en cada momento, aceptemos lo dispuesto; la gente dice creída, yo no me vendo por nada, pero al final es la vida, la que te ordena y te manda; qué bonito es presumir, cuando nadie te hace ofertas, de que no te venderías, en esta vida de apuestas; pero cuando alguien oferta, algo a cambio que interesa, nos tragamos el orgullo, y agachamos la cabeza; si tienes mucho dinero, es más fácil aguantar, más me gustaría verte, pasando necesidad; las ideas que tú tienes, al momento cambiarían, pensarías diferente, y ya no presumirías; por eso es muy peligroso, en esta vida decir, de esta agua que está aquí, yo nunca la bebería; porque mientras nadie oferte, aguantar bien fácil es, más si me dan lo que quiero, como todos yo caeré; y trataré de buscar, una nueva explicación, algo que no encontraré, pues no tiene solución.”