Un viejo conocido de la política veracruzana salió raspado en el nuevo escándalo de desvío de recursos a través de empresas “fantasma”, ahora responsabilidad del gobierno federal.
Se trata de Alfredo Llorente Martínez, quien era director del Instituto Nacional de Educación para Adultos en 2014, cuando este organismo firmó un contrato por 97 millones de pesos con la Universidad Autónoma del Estado de México para que le brindara el servicio de “ubicación de personas de 15 años o más de edad que no supieran leer y escribir un recado en español”, mismo del que no existe evidencia alguna de que se haya otorgado.
Llorente dejó la dirección del INEA a principios de 2016. Y por cierto, reportes periodísticos lo señalan como beneficiario de una liquidación de lujo por 737 mil 375 pesos al ser removido del cargo.
Sin duda que hay más de una manera de estafar a los contribuyentes en nuestro país.
