Lamentable, y “deplorable”, como lo señaló el periodista Sergio González Levet, el fin del programa “REvisiones. Los periodistas tienen la palabra”, no por el hecho en sí mismo; todos los días programas van y salen del aire, sino por el contexto, ya que la instrucción vino del mismo gobernador Yunes, como le gusta que le llamen en sus escasos comunicados de prensa.
Un directivo de RTV le confirmó esta “instrucción” a los periodistas que conducían el programa: además de Sergio, Manuel Rosete Chávez, director del diario digital Formato 7; Eleaney Sesma, directora del periódico impreso El Chiltepín, y Salvador Muñoz, subdirector del semanario Veranews, con quienes Versiones.com.mx se solidariza totalmente, ya que este acto es un atentado a la libertad de expresión y tiene, por supuesto, el sello de la casa.
Es verdad que olvidar es fácil, pero quien tiene memoria, recuerda la mano represora con la que Yunes Linares trató a la oposición, a la prensa, cuando fue secretario de Gobierno con Patricio Chirinos.
REvisiones era un espacio para la crítica constructiva, cuyos protagonistas han vivido, narrado, escrito y documentado la historia política de Veracruz como pocos. Sus opiniones, sus análisis, llegaban a los 212 municipios veracruzanos y a otras latitudes.
Sergio González Levet lo deja bien claro este miércoles, en su columna Sin tacto:
“No viene al caso entrar en detalles, pero conseguimos que se nos abriera un espacio en el canal TVMás de RTV y, lo más importante, que pudiéramos participar de manera libre, y sin acotaciones o intervenciones de ningún tipo de parte del sector oficial.
También muy importante decirlo, aunque no lo quieran creer quienes nos hacen el favor de envidiarnos: nunca cobramos un céntimo por nuestra participación en el programa (obvio, al inicio nos prometió una paga Javier Duarte, lo que no le creímos y nos la hizo buena, porque nos la quedó a deber siempre). Todos los que participamos, siempre lo consideramos como una aportación personal en apoyo de la cultura política de Veracruz”.
Callar, silenciar a la prensa, es el sello de Yunes Linares. Y a diferencia de otras épocas, nuestra realidad es otra; hoy, el precio de los desplantes tiránicos es alto, y un día Miguel Ángel podría verse reflejado en el espejo de Javier Duarte, o peor, en el de Fidel Herrera.





