La mayoría de los estadunidenses quiere ciudadanía para los dreamers

El 54 por ciento de los estadunidenses quiere que el Congreso apruebe una ley que abra un camino a la ciudadanía para los 800 mil jóvenes indocumentados, conocidos como dreamers (soñadores) y que quedaron desprotegidos, luego de anular el presidente Donald Trump el plan migratorio creado por su antecesor, Barack Obama, conocido como DACA.

Este es el resultado más llamativo de la encuesta divulgada ayer por el diario Politico y elaborada por la firma Morning Consult unos días después de que el fiscal general Jeff Sessions anunciara el fin del programa DACA el pasado 5 de septiembre y anunciara que el mandatario republicano concedía un plazo de seis meses al Congreso para aprobar otra ley para resolver el problema de los jóvenes que fueron llevados de niños por sus padres indocumentados a Estados Unidos.

Esa mayoría de estadunidenses quiere que los legisladores demócratas y especialmente los republicanos (donde hay más resistencia) establezcan un camino para que estos jóvenes, en su gran mayoría estudiantes, puedan regularizar su situación y, mediante el cumplimiento de ciertos requisitos, acceder a la ciudadanía estadunidense.

Mientras tanto, otro 19% quiere que el Congreso les permita quedarse en Estados Unidos, pero sin establecer una vía que les permita acceder a la ciudadanía.

Solo el 12% de los votantes quiere que los legisladores aprueben una ley que autorice la deportación de los soñadores, pese a que no conocen otro país más que en el que se criaron: EU.

Para realizar el sondeo, entre el 7 y el 11 de septiembre, Morning Consult entrevistó a mil 976 personas registradas para votar, y el margen de error del estudio es del 2%.

En el limbo. La semana pasada, la Casa Blanca anunció el fin del DACA, pero la suspensión del programa no entrará en vigor hasta el 5 de marzo de 2018, periodo en el que el presidente espera que los dos partidos se hayan puesto de acuerdo en el Congreso. En caso contrario, dijo que sería él mismo el que tomaría una decisión, al igual que hizo el presidente Obama en 2012, para salvar el veto republicano en el Congreso.

Luego de las presiones de los demócratas, el presidente se comprometió mediante un tuit a no perseguir a los 800 mil dreamers en estos seis meses de negociaciones.

Gracias al DACA, 800 mil jóvenes indocumentados han podido frenar su deportación, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.

El Congreso se encuentra actualmente dividido entre los demócratas, unidos para regularizar la situación de los “soñadores”, y la mayoría de los republicanos, que condicionan su ayuda a la obtención de fondos para reforzar la seguridad en la frontera.