NUEVOS PARCHES A LOS PROCESOS ELECTORALES DE ORDEN FEDERAL.

Para los interesados en darle seguimiento a los procesos políticos calendarizados para elegir a las autoridades de los tres ordenes de gobierno, el próximo año, será de una gran actividad y los mantendrá muy atentos, cuidando que los partidos políticos y sus candidatos, respeten las leyes electorales y los acuerdos suscritos y aprobados por el Consejo General Electoral y la Junta General Ejecutiva para interpretar, en caso de duda, la legalidad de los actos y procedimientos; así como la legitimidad de los partidos y candidatos, en los actos previos al día de la jornada electoral y durante el desarrollo de la votación.

Pero además de los actos que se repiten en cada elección, las autoridades electorales, tendrán que cuidar por primera vez, la participación activa y pasiva de quienes no simpatizan con los partidos políticos nacionales, y en cambio respaldan y avalan a los candidatos “ciudadanos”, que son aquellos hombres y mujeres no abanderados, ni registrados, por alguno de los partidos políticos nacionales, pero que sin embargo tienen el derecho constitucional que corresponde a cualquier ciudadano mexicano para “votar y ser votado”.

Con la novedad de la figura de los candidatos ciudadanos, vendrá también el listado de requisitos que deberán y el compromiso previo al proceso electoral, por escrito y bajo protesta, que tendrá que firmar el número de ciudadanos que imponga en cada caso, la ley y la estructura electoral, (votantes) quienes estarán comprometiendo su derecho al sufragio, desde el momento en que por escrito y con su firma, avalan a los candidatos a Diputados, a Senadores, a Alcaldes, Gobernadores y a los aspirantes a la Presidencia de la República.

En este caso es donde “se abre la puerta”, para este y futuros procesos electorales, para que un gran líder seguido por millones de votantes comprometidos con su causa, pueda llegar “mediante un triunfo contundente”, a ganar la elección y sin haber generado compromiso alguno, llegar con toda la fuerza a la residencia oficial de los Pinos o a la dependencia correspondiente, a cumplir desde el primer día, con todos y cada uno de los compromisos asumidos con sus seguidores, sin necesidad de que consten en actas notariales, sino pactados y sostenidos de palabra de caballeros y de honorables ciudadanas, que harán respetar su compromiso y su voto.

De las razones más convincentes para introducir en los procesos electorales las candidaturas ciudadanas, fue qué habiendo ciudadanos que por muchos años han militado en un partido político, en el que seguramente cuentan con una imagen política aprobatoria y con un número importante de seguidores, no hubiera sido aceptable que a los aspirantes decididos a registrar sus candidaturas, se les obligara como única opción, saltar como chapulín de un partido a otro; lo cual ahora se evita con la candidatura ciudadana y sin tener que repudiar al partido que por muchos años lo mantuvo en sus filas, para después negarle por completo sus aspiraciones.

Veremos después de la elección de 2018, si el experimento funciona y por qué tiempo se mantiene vigente, costeado por las aportaciones de los contribuyentes mexicanos que no han sido consultados en otros temas, bajo los cuales se destinan cerca de Trece Mil Millones de Pesos únicamente para el ejercicio fiscal de 2018.