«Una autoridad que no reconoce un problema no podrá resolverlo”, dice director de Observatorio Ciudadano

Las guardias vecinales y grupos de autodefensas en Veracruz son la muestra de que el gobierno no ha sido capaz de enfrentar la delincuencia y es también una señal de que los ciudadanos ya no confían en sus autoridades, así lo dio a conocer Francisco Rivas Rodríguez, director general del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, con respecto a las guardias que se han comenzado a levantar en comunidades o colonias de ciudades como Xalapa y sus alrededores.

«Un ciudadano que decide tomar armas en la mano y ejecutar acciones violentas para responder a una posible agresión, nos habla de un descontrol muy fuerte y de nuevo de una incapacidad de la autoridad de gobernar, porque el único que puedo hacer uso legítimo de la fuerza es el estado», dijo.

Por lo anterior es necesario, dijo, crear políticas que lejos de confrontar directamente a la delincuencia, les cierren los caminos para actuar, como por ejemplo debilitar la estructura financiera de las células criminales, implementar la extinción de dominio o combatir el lavado de dinero, pues las acciones que han implementado las autoridades en el estado como los “supuestos desmantelamientos” de bandas delictivas, no son más que una “burla” para el pueblo.

“Según un acuerdo de la conferencia nacional de Procuración de Justicia, una banda desmantelada, es una banda en la que detienen por lo menos a tres personas, ustedes saben bien que hay bandas de por lo menos 50 o 60 personas, ¿tres personas para ustedes es desmantelar una banda? y luego a los que detuvieron son el que cuidaba, el que halconeaba y al que iba pasando, o sea de verdad es una burla”.

Aseguró que si no se debilita la estructura de las bandas criminales, los delincuentes seguirán delinquiendo, incluso desde las cárceles, como ocurre en el penal de Altamira desde donde se cometen casi el 50 por ciento de las extorciones en todo el país, según datos de la Secretaría de Gobernación.

Y es que señaló que se ha llegado a un estado de descomposición en el que la violencia ha ido incrementado a tal grado que pareciera que el territorio es controlado por los delincuentes y no por el estado.

“Parece ser que el territorio no lo controla nadie más que los delincuentes, queremos que disminuyan los homicidio, pues necesitamos que los delincuentes se pongan en paz entre ellos, porque si hay lucha de poner entre ellos, entonces crecen los delitos y aquí evidentemente el estado está fallando, está solo reaccionando y no está haciendo un trabajo de inteligencia, ni de prevención”, agregó.

Puntualizó que es necesario que el gobierno reconozca el problema de la delincuencia de lo contrario no podrá resolverlopues señaló que las cifras que se manejan a nivel estatal no coinciden con las registradas en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, en donde se enmarca que durante los primeros meses del 2017 creció la violencia en la entidad, en comparación con los primeros meses del 2016.

Tan solo el homicidio doloso incrementó en un 27 por ciento, el homicidio culposo creció un 10 por ciento, el secuestro un 4 por ciento, la extorsión un 19 por ciento y el robo con violencia un 35 por ciento, por mencionar algunos delitos.

«Hay que reconocer que tienen un problema porque una autoridad que no puede reconocer que tiene un problema no podrá resolverlo», afirmó.

Señaló que actualmente el estado “juega a simular” que cuenta con la capacidad para atender los problemas delincuenciales y la sociedad “juega a simula” que confía en que la autoridad resolverá el problema.

Finalmente aseguró que el estado requiere combatir la corrupción en las instituciones pues de lo contrario la importación de justicia seguirá sin dar resultados, «no está combatiendo la corrupción, están pateando el bote. (..)Hasta que no se combata la corrupción, los otros fenómenos no van a lograr impactar”, dijo.