¿Qué pasa con nuestros fiscales en Veracruz? De tener un egocéntrico parlanchín que no le importaba nada, ahora tenemos un egocéntrico que tampoco le importan las víctimas, pero que a diferencia de Luis Ángel Bravo, enmudece ante la prensa. Ah qué suerte la de los veracruzanos, que ahora nuestro fiscal sólo le preocupa que está “gordo” pero presume en redes sociales que es un experto en cocinar paella, como si la violencia que se desborda de norte a sur del estado se resolviera poniendo hashtags como #SazonDeFiscalGeneral. Luego que no se queje porque le mienten la madre los familiares de las víctimas. Vaya “gobierno del cambio”.