Galletas, pulseras, pan y palomitas fueron algunos productos que se vendieron en la primera edición del bazar de niños productores, realizado en Xalapa. Los pequeños elaboraron por sí mismos su propia mercancía que vendieron par luego consumirla entre ellos.
“Trajimos pulseras, llaveros, muñequitos, monstruos…imanes, trajimos imanes, también varitas mágicas de hada y de mago, también trajimos aretes, palomitas, flan…el flan con un poco de ayuda de mis papás por el horno” contaron durante su participación, Sofía González Téllez y Okal de León Téllez, de siete años.
“Etas pulseras llevan varias cuentitas y un hilo elástico que bueno…así las hago….mi mamá me ayuda a amarrarlas” liga “estos son los repelentes, que yo los hice, que llevan aceite de coco, citronela” dijo Yolio, otro niño participante.
“Me llamo Luna, yo vendo pan de calabaza, pan de zanahoria, flores de manzana y de chocolate”. “Mi mamá y yo estamos estamos planeado que tal vez podamos hacer un puesto por la colonia donde venderíamos leche de almendra, pan de calabaza, de zanahoria, tal vez de manzana y de chocolate” agregó Luna Hidalgo, de nueve años quien participó con su marca Luna de Azúcar.
El bazar de niños productores en el que participaron con edades desde los cinco y hasta los 15 años, tuvo lugar en “La Casona de Úrsulo”, ubicada en la calle Úrsulo Galván, en el centro de Xalapa y fue una iniciativa de Naran Colectivo, Prototipo y Semilla.
“La intención es que los pequeños hagan sus creaciones y vengan y puedan venderlas, exponerlas y venderlas con la idea de que generen esta idea de autonomía desde pequeñitos”, “que los niños aprendan también desde ellos mismos a manejar el dinero. Aquí los niños se gastaban el dinero, vendían y compraban cosas, entonces: uno es consumirnos entre nosotros, entre niños, está padrísimo y la otra es que vean qué es lo que quieren, qué les gusta…con lo que ganaban”, explicó María Gabriela Gutiérrez Pliego, organizadora de este evento.
En este tiempo en el que muchos niños viven enajenados con sus celulares, tabletas, videojuegos o televisión, el incentivar la creatividad y sobre todo, el valor por crear un producto para obtener un ingreso, además de autonomía, permite la interacción. “A mí me ha servido eso, ya que me he desconectado bastante con la televisión porque siempre estaba conectada desde la tarde hasta la noche y era cansancio, me desconcentraba mucho de las cosas que antes no hacía” dijo Azul Segura López.
Tal fue el éxito de esta iniciativa que hubo cupo lleno, por lo que varios pequeños esperan participar en una segunda edición. para conocer la nueva convocatoria puede consultar la página: de Facebook: Naran colectivo o al número 44 22 30 18 31.
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