Asegura miembro de la Junta de Gobierno de la UV que será el próximo titular de la ASF

El miembro de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana (UV), Mauricio Merino Huerta, manifestó su confianza en ser designado como el próximo auditor superior de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

El politólogo e investigador adscrito al Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE), sostuvo que tiene muy altas probabilidades de ser el próximo auditor superior.

Durante la entrevista que llevaron a cabo los integrantes Comisión de Vigilancia de la ASF de la Cámara de Diputados, aclaró que esa confianza nace por su trayectoria profesional.

Recordó que ha trabajado en materia de fiscalización por muchos años, incluso ha sido evaluador de la ASF, la metodología que se sigue en la Auditoría Social de Desempeño, responde a las recomendaciones que formuló, a petición por la Auditoría.

Asimismo, refirió que durante siete años integró la Comisión de Fiscalización de los partidos políticos en el Instituto Nacional Electoral.

El investigador definió que la ASD enfrentará una nueva etapa institucional y aseveró que no se le puede pedir al ente fiscalizador que siga haciendo exactamente lo mismo, ni siquiera se le puede pedir que lo haga mejor solamente porque su inscripción en los nuevos sistemas nacionales anticorrupción, le obligan a modificar su relación de planeación con otras instituciones.

Opinó que la Auditoría Superior de la Federación debe romper con la fragmentación institucional que ha impedido que sus auditorías tengan consecuencias no sólo de carácter punitivo, sino que tengan consecuencias para modificar las condiciones a partir de las cuales ha sido imposible combatir a fondo la corrupción en el País.

“Hay que cambiar las causas, hay que modificar las condiciones administrativas”, subrayó.

Añadió que no se trata solamente de un cotejo de cuentas, la información que está aflorando en la ASF es conocimiento acumulado, quizá el mayor que tiene México en este momento, sobre la forma en que opera toda su administración pública, sobre todas las zonas de riesgo, sobre todos los procedimientos que han tenido defectos y que, en consecuencia, deben corregirse.

“No está en las facultades de la ASF intervenir en las decisiones que tomen otros poderes. Es obvio que la Auditoría responde al Poder Legislativo, no está en sus facultades intervenir más allá de lo que la Constitución le otorga, pero gracias al Sistema Nacional Anticorrupción, sí está entre sus obligaciones, informar, dar cuenta, poner sobre la mesa, de manera sistematizada, ordenada, técnicamente pulcra esa información que hoy está en sus manos y la que se derive constantemente de las propias auditorías que seguirá haciendo”, enfatizó.

Merino Huerta destacó que la competencia democrática no suple la necesidad de garantizar administraciones públicas profesionales, que responsan al ejercicio democrático de la autoridad.

Mencionó que la ASF tiene obligaciones constitucionales y además legales para profesionalizar en su ámbito de competencia la tarea de fiscalización en todo el País.