Hasta la “Poni” repudia las alianzas “mochas” del “Peje”

Un revuelo que podría provocar un cisma con su base de seguidores original ha causado la alianza signada por Andrés Manuel López Obrador y el Partido Encuentro Social.

Hasta sus “feligreses” más recalcitrantes han pegado el grito en el cielo por la decisión de López Obrador de aliarse con la ultraderecha cristiana, que abiertamente se opone a postulados de la izquierda de la que el dueño de Morena cada vez se aleja más.

Cómo estará la cosa que una de sus más férreas defensoras y promotoras, la escritora Elena Poniatowska, protestó públicamente durante la presentación de lo que sería el gabinete lopezobradorista. La Premio Cervantes de Literatura se levantó con una pancarta con la leyenda “NO AL PES” y un símbolo de la representación católica de un pescado.

La respuesta de López Obrador a las críticas por esta alianza y por sus devaneos con el discurso religioso no tiene desperdicio: “no hay contradicción. Soy guadalupano y juarista”.

En realidad, es un farsante.