El cochinero del IVM

Es verdaderamente impresionante el desaseo con el que se ha llevado a cabo el proceso de designación de la directora del Instituto Veracruzano de las Mujeres.

Empeñada en apoderarse a como dé lugar del espacio para imponer su agenda conservadora en temas de género, la derecha panista –solapada por el régimen yunista- ha hecho toda clase de desfiguros legales.

El más reciente, ocultar la exigencia de la Conavim a la Secretaría de Gobierno para que la actual encargada de la oficina, Sara Gabriela Palacios Hernández, fuera expulsada del grupo de trabajo que atendió la solicitud de la segunda Alerta de Violencia de Género, la cual finalmente fue decretada para deshonra del estado de Veracruz.

Pero la Secretaría de Gobierno no sólo no la retiró, sino que con la mayor desfachatez, la panista Palacios Hernández se inscribió en el proceso para buscar ser ratificada al frente del IVM. Total, los consejos consultivo y social –que no dicen ni pío cada que una mujer es asesinada en Veracruz- decidieron que no era necesario realizar una evaluación de perfiles. Ni que fueran a atender un tema relevante para la entidad.

Un mugrero, pues.