Siguen los problemas en el Instituto Veracruzano de las Mujeres, donde la “olla” en la que se “cuece” el “tamal azul” para designar a la directora del organismo está a punto de explotar.
Tanto, así que las consejeras Ana Irene Muro Lagunes y Mónica Robles Barajas decidieron retirarse del proceso pues “no existen condiciones adecuadas de respeto hacia todas las consejeras, así como la persistencia de anomalías en el proceso de selección, lo que nos impide avalar la terna que pudiera surgir esta semana”.
Como es público, la mayoría de consejeras, a modo del yunismo, se negó a que exista una evaluación de perfiles que tome en cuenta la experiencia, estudios en la materia y compromiso con el tema de género de las aspirantes, pues su “candidata” evidentemente saldría descalificada en automático.
Así, Muro Lagunes y Robles Barajas prefirieron “abrirse” antes que prestarse al juego sucio al interior de los consejos consultivo y social, a cuyas integrantes no parece importarles el desprestigio en el que sumirán al IVM y a sí mismas.





