La navidad es la temporada en la que más visitan y ayudan a los residentes del albergue de ancianos y enfermos terminales de Cáritas de Xalapa.
«Normalmente en diciembre la gente viene más a visitarnos. A los abuelos se les hace el mes más corto, la gente viene, están con ellos, nosotros aprovechamos para decirle a la gente que nos compartan un poco de su tiempo y sus bienes, porque aquí nos mantenemos de las donaciones, de lo que la gente nos da» dijo la encargada de este lugar, Bertha Criollo Vásquez.
En este refugio para los abuelos que no cuentan con familiares o personas que se hagan cargo de su cuidado la navidad no causa depresión, al contrario: llena de alegría.
«El hecho de que la gente venga a ellos los alegra. La gente no los deja estar tristes, les comparten una cosa, bailan con ellos, rompen piñatas, todo eso les alegra. Los saca de ellos mismos, fuera de este tiempo hay mucha soledad en ellos», explicó.
Actualmente son 30 los residentes que reciben cuidados en este albergue de la Asociación Civil Cáritas, algunos con demencia senil, Alzheimer y otras enfermedades.
La madre Berta Criollo invita a la población a no ayudar únicamente en Navidad, pues las necesidades de donaciones y de voluntarios son de todo el año.
«No tienen familia, sin abuelos de la calle, entonces a ellos les da mucho gusto que los visiten, que les dediquen un tiempo y les compartan algo».
«Nos hacen falta pañales, detergente, líquido de limpieza, guantes para curación, gasas, alimentos como leche y azúcar. También nos hacen falta manos, voluntarios. A las 7 de la mañana los arreglamos, a las 8 les damos de desayunar, tenemos unos en cama, hay que cuidarlos o darles de comer en la boca o uno tiene sonda. Cada uno requiere de atención especial, el estar con ellos los ayuda mucho».
Sentados en sus mecedoras, o caminando ayudados por las voluntarias o en sus aulas de ruedas los abuelos que aquí pasan sus últimos días contemplan el nacimiento, el pino navideño y los adornos que alegran sus días en esta temporada de fin de año.
