Del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, se ha dicho todo para denostar su personalidad. Es un racista, porque desde su campaña política expresó el desprecio que siente por los negros, los latinos, los asiáticos, pero sobre todo el desprecio natural con el que toda su vida ha repudiado a los árabes y lo menos que ha dicho es “todos son terroristas”, “drogadictos”, “violadores”, “narcotraficantes” y “delincuentes en general”. A Trump se le califica de misógino, porque no oculta la aversión y desprecio hacia las mujeres, con excepción de las jóvenes y bellas que ha tenido a su disposición para probar sus encantos y amarlas a su modo, pagándoles por sus servicios. Ésta por cumplirse un año el próximo 21 de enero, la fecha memorable de la reunión de más de 500 mil mujeres en Washington, que demostraron el valor para enfrentarse a quien ya era presidente electo y en funciones de los Estados Unidos, reclamándole una retractación de sus discursos cargados de odio y desprecio para todas las mujeres; sin que hasta la fecha haya habido una respuesta de Trump.
Donald Trump desde joven tuvo el privilegio, por la riqueza de su padre, de formar parte de una clase social alta y nunca ha salido de ese medio, donde ha triunfado con negocios inmobiliarios y adquiriendo campos de golf, pistas de patinaje y tiendas comerciales en las zonas más exclusivas de la unión americana, por ejemplo en la 5ª avenida de Nueva York, a unos paso del Central Park y lo mismo ha extendido sus inversiones comerciales a otros países de Europa. Por lo tanto el término de clasista, no le ofende a Donald Trump, por el contrario lo ubica en la exacta dimensión donde le gusta convivir con otros personajes, de igual a igual. También a Donald Trump se le ha llamado grosero por qué no tiene el menor respeto, cortesía o delicadeza para tratar a las personas con las que tiene tratos de política o de negocios. Ejemplos de las groserías de Trump son los codazos repartidos en las reuníos del grupo del Grupo de la 20 donde al Ministro Japonés poco faltó para taclear y mandarlo al piso al presidente francés Emanuel Macrón le falto al respeto cuando mirando las caderas y las piernas de su esposa, le expresó que a pesar de su edad, todavía todavía estaba “buena”. Por el contrario a la primera Ministro alemana Ángela Merker, le dijo que tenía un “cuerpo infollable” y poco tiempo después le negó el saludo y la dejó con la mano estirada. Se le ha llamado ignorante, porque pareciera que no hizo estudios universitarios y que solo es un multimillonario que desconoce historia, ciencia y cultura, básicas para el desempeño de su alta investidura.
Cínico, le han llamado así sus mujeres, porque lo acusan de fingir descaradamente, y carece de prudencia, vergüenza y es en ciertos momentos públicos y privados un obseno impúdico. Mentiroso es el calificativo más socorrido para denostar la personalidad de Trump, porque con toda facilidad y tranquilidad se desdice, se desmiente y engaña a quién le escucha por necesidad, por trabajo o por afecto y finalmente a Donald Trump le han llamado también cretino, que significa estupido o necio, poco inteligente y torpe y que no merece ser Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, por ser su país la potencia más grande en materia de guerra y el lugar donde se concentra la mayor riqueza del mundo. Todos esos calificativos se los ha ganado a pulso Donald Trump, por ser una persona habitualmente cruel, que con toda facilidad insulta, amenaza y ofende a quienes considera débiles, insignificantes e incapaces de ponerse a su nivel para confrontarlo como se merece, a éste último calificativo en los Estados Unidos le llaman “bullying” y el ejemplo más claro del bullying, son las constantes agresiones y provocaciones a México, en vez de provocar a Rusia, a Francia, a Corea del Norte y a otros tantos países capaces de responderle al tú por tú.
Fracasó Donald Trump en la corretiza con la que amenazó para repatriar mexicanos y latinos, porque un juez federal le negó aprobación al decreto expedido por Trump, por el que violando los derecho humanos elementales de los ilegales, autorizaba a la Policia a detener y deportar a los migrantes. Después topó con la pared de la Cámara de Diputados, lo que le impidió llevar a su más estricta aplicación, la persecución contra los Dreamers, jóvenes que sin haber nacido en los Estados Unidos, desde muy pequeños llegaron como parte del sueño americano de sus padres. El Congreso norteamericano rechazo a Trump la propuesta de ley de salud, con la que pretendía dejar sin efecto la ley Obama “ Obamacare” ley de protección al paciente y cuidado de salud asequible. El muro de la ignominia, que divide la frontera norte de México con la frontera sur de los Estados Unidos, por fortuna ha quedado detenido en su edificación y no se ve cercano el día en que pueda continuar el proyecto tan criticado de Donald Trump. Hasta hoy México no ha aportado, ni aportará un solo peso para la construcción del muro como lo quería originalmente Donald Trump.
El único triunfo, si se puede considerar así, de Donald Trump, es la Reforma Fiscal, por medio de la cual se aprobó la reducción de los impuestos a todos los empresarios, que tengan su fuente de tributación en los Estados Unidos de Norteamérica y gozarán gracias a esa medida enviada al Congreso por Trump, de hasta un 15 por ciento de descuento o condonación en el pago de sus impuestos. Es innegable que la Reforma Fiscal tiene por objeto proteger a la base de contribuyentes cautivos, permanentes, que sostienen con sus pagos y aportaciones, el gasto público; y aunque resulte atractivo para algunas empresas norteamericanas el goce y disfrute de dicha condonación, eso no significa que las citadas empresas que operan en países como México, procedan en forma inmediata a desmantelar sus factorías, para llevarlas a los Estados Unidos. Para que esto sucediera, se necesitarían otros incentivos y exenciones tributarias que el gobierno norteamericano no está dispuesto a dar. Así que el candidato José Antonio Meade Kuribreña, partícipe y autor de las principales estrategias de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público de México, pudiéramos decir que ha neutralizado los embates de Donald Trump, lo que abona con muchos votos la futura elección en la que Meade, sin duda resultará el elegido.





