Como se lo adelantamos hace varias semanas aquí en Versiones, fue finalmente la panista Yolanda Olivares Pérez la “ungida” del yunismo para encabezar el Instituto Veracruzano de las Mujeres, luego de un proceso de dizque “auscultación” de los consejos Consultivo y Social, que no fue sino una burda simulación para intentar legitimar una decisión previamente tomada.
Y no tardó nada Olivares Pérez en mostrar a qué intereses sirve, y que no son precisamente los de las mujeres. Por principio de cuentas, aceptó por todo lo alto su militancia panista, aunque negó pertenecer a organismos de ultraderecha como “Sí Vida”. Lo cual no quiere decir que no comulgue con sus ideas.
Pero lo verdaderamente grave es su posición ante las dos Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres decretadas para el estado de Veracruz por el Gobierno Federal. Para la directora del IVM, ninguno de los poderes del estado está obligado a acatar las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), que son la base de ambas alertas, con lo cual dejó en claro que la postura del organismo será en defensa de los intereses y la imagen del gobierno estatal y de la Iglesia Católica, y no de los derechos de las veracruzanas.
Nada hay que esperar ya de este organismo, que finalmente fue entregado a la derecha más retardataria por un régimen al que la agenda de género le viene guanga. A lo sumo, veremos convocatorias para rezar el rosario por el descanso de las almas de las mujeres que no van a defender de la violencia en Veracruz.