Fabiola Balmori, ¿sangre nueva o chupasangre?

Pareciera que no hay manera de aportar sangre nueva a las candidaturas de los principales partidos políticos de Veracruz. Ejemplo de ello es Fabiola Balmori Durazzo, quien aspira a ser candidata a diputada local por el Distrito Urbano del Puerto de Veracruz, en una alianza formada por PRI-PVEM.
Si no hay nadie mejor, qué pena para el tricolor, pues la gente ya está cansada de los mismos aspirantes. Balmori Durazzo, ex funcionaria que por más de 9 años succionó un salario del presupuesto municipal de Veracruz puerto, donde fue regidora y pasó por la Dirección de Comercio en tiempos de su comadre Carolina Gudiño Corro; después ocupó la Subdirección de Limpia Pública, con muchas quejas por lo sucio que se veía el puerto; y más recientemente fue la Directora de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Veracruz, de donde salió por cuerdas tras de que personal de la Fiscalía General del Estado de Veracruz detuvo en septiembre pasado a varias personas (entre ellas su esposo) que se encontraban en su casa ubicada en el fraccionamiento Las Palmas, del municipio de Medellín de Bravo, cargando “nada más” con mil 500 despensas, listas para ser repartidas entre la población.
Fabiola es una nacida para perder en su búsqueda de la diputación porteña. Ya nadie la quiere, ni los del grupo de Fidel, quienes ahora la hacen a un lado, pues no la protegieron para evitar su salida como funcionaria del Ayuntamiento de Veracruz, y la dejaron sola en el asunto de las despensas. En contraparte, la coalición de enfrente, el PAN-PRD-MC no le va a dar respiro, y no le será complicado derrotar a esta aspirante priista que si es la abanderada tricolor tiene como destino la derrota.
En fin, ahora los porteños se deben preguntar si es lo que quieren para su Distrito. Sangre joven o chupasangres. Ellos decidirán.