Vueltas que da la vida. Quien cada vez se parece más a Miguel Ángel Yunes Linares en lo intolerante, autoritario y agrio, es su nuevo aliado, el ex gobernador sustituto de Veracruz Dante Delgado Rannauro.
Al registrar oficialmente al panista Ricardo Anaya como precandidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República, a Delgado Rannauro se le hizo fácil callar a un reportero e impedir que su flamante pre-abanderado contestara una pregunta sobre unas declaraciones de Andrés Manuel López Obrador.
El dueño de Movimiento Ciudadano también se creyó con el derecho de dictar la agenda y el interés de los medios, alegando que no iban a contestar preguntas banqueteras basadas en las “ocurrencias” de quienes preguntan.
Tan mal se vio, que el PAN se deslindó más tarde de la actitud de Dante, señalando que la política de comunicación de Ricardo Anaya será de total apertura.
Es lo que pasa por andar en malas compañías. Lo decimos por Dante. Y también por Anaya.





