Una vez más, quedó en entredicho el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares por querer zafarse de la responsabilidad de la violencia que azota con fuerza al estado de Veracruz.
Usted recordará que tras la cascada de ejecuciones del pasado fin de semana en Xalapa, el domingo Yunes Linares salió a asegurar que ninguno de los muertos eran “personas de bien”, sino integrantes de un grupo delictivo llamado “Los Tigrillos” o “Los Tiliches”, a los cuales, según él, identificaron por sus tatuajes.
Pues bien. La familia del hombre que fue arrojado y asesinado en el paso vehicular frente al Poder Judicial del estado, de nombre Luis Ángel Domínguez, no sólo negó que el occiso fuera criminal, sino aseguró que trabajaba para la Secretaría de Seguridad Pública, en el área de mantenimiento del penal de Pacho Viejo.
Es imposible que un dato así no fuera del conocimiento tanto del titular de esa dependencia, Jaime Téllez Marié, como del propio gobernador Yunes Linares. Ocultarlo deliberadamente para criminalizarlo sería una verdadera monstruosidad.