Don Antonio, dos años vendiendo pulque y aguamiel en Xalapa

Cada sábado, Antonio Murrieta ofrece pulque y aguamiel en la avenida Allende, afuera de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad. 
Hace 35 años su papá vendió las magueyeras y se asentó con su familia en Xalapa, pero sigue yendo a Las Vigas a traer el llamado «néctar de los dioses».
«Sí se acerca la gente, llevo dos años de que agarré este oficio. Mi chamba era otro trabajo, pero llevo dos años vendiéndolo». 
Solo o combinado con refresco de grosella, aunque también mezclado con piñón, cacahuate o alfalfa, el pulque sigue en el gusto de los xalapeños.
«Lo toman mucho para que fortalezca al cuerpo, para que le dé más fuerza o a las madres que no pueden dar pecho, empieza a tomar y comienzan a dar leche» dice al recomendar esta bebida. 
Cada vez son menos las personas que siembran y procedan el maguey debido a lo poco redituable que resulta este proceso y a la migración de las nuevas generaciones de las localidades a las ciudades, pero el pulque sigue presente y dando ingresos a las personas que lo traen a los tianguis o mercados sobre ruedas de esta capital.
Cada primer domingo de febrero se celebra en México el Día Nacional del Pulque con el fin de revalorar esta bebida de origen prehispánico y al maguey, planta milenaria que aporta diferentes beneficios naturales y culturales.