El que es muy bueno para criticar y exigir a los de enfrente, pero se hace que la “virgen le habla” con los de casa, es el precandidato presidencial de “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés.
El panista se llena la boca exigiendo fiscalías “verdaderamente independientes para que la aplicación de la ley no dependa del capricho del gobernante en turno”, y hasta pidió a sus adversarios, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, definirse sobre una reforma al artículo 102 constitucional para garantizar lo anterior en la Carta Magna.
Sin embargo, jamás hemos escuchado que “Anayita” se pronuncie sobre la burda farsa que se vive en Veracruz, donde el fiscal Jorge Winckler es un simple subordinado más del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, y la Fiscalía tiene de autónoma lo que Javier Duarte tiene de honesto.
Y ya es decir.
