No hay palabras para describir el dolor de perder un hijo. Pero menos las hay para el sufrimiento de madres y padres que un día ya no supieron más de sus hijos; hombres y mujeres que no volvieron jamás a sus hogares.
Ha sido contadas estas historias por madres guerreras que no se han rendido ante la adversidad, que agrupadas y agrupados también los padres, los han buscado por toda la entidad, cavando, intentando recuperar al menos sus huesos o parte de ellos.
Hemos visto con horror como las fosas comunes se han contado por cientos y los ahí enterados por miles.
Miles a los que les arrebataron cobardemente la vida y los fueron a tirar a esos lugares sin ninguna consideración, como si nada valieran.
Ahí, han ido encontrando a sus hijos y a sus hijas. Algunos han podido ahora si llorar a sus muertos y cerrar el ciclo.
Pero queda un clamor y una lucha : hacer justicia. Que las y los responsables de estas atrocidades paguen ante la justicia, los refundan en la cárcel y les den algún tipo de consuelo a miles de familias deshechas.
Pudiéramos estar por presenciar el inicio del pago de probables responsables de desapariciones forzadas. Trascendió que ex mandos de la Secretaría de Seguridad Pública, que sirvieron en la pasada administración han sido detenidos por su presunto involucramiento en estos delitos.
De ser así, las madres y los padres de los colectivos de desaparecidos podrán tener al menos la certeza de que los asesinatos de sus seres queridos no quedarán impunes.
Ojalá así sea, por qué no podemos seguir viniendo así, esperando la hora en que a algún sujeto se le ocurra dictar nuestra sentencia de muerte , tirarnos en cualquier lugar y que sigan caminando por las calles en total impunidad.
Que así sea.
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