La retorica oprobiosa de AMLO; la conducta ladina de Anaya contrastan con optimismo de Pepe Meade

La confrontación política que a nada bueno llevará a México, ésta siendo provocada entre los partidarios del líder de Morena, AMLO y un grupo de intelectuales “institucionales”, que han calificado al tabasqueño como un ser “mesiánico” que se conduce como un iluminado, maniqueista y dueño absoluto de la verdad y la censura, cuyos discursos de campaña para promover el voto a su favor, se basan en la crítica y la denostación al gobierno de la República; aunque sin propuesta firme y decidida, que signifique un compromiso de lo que López Obrador hará en ejercicio del poder público, si el voto de los mexicanos hace realidad su sueño.
Se duele AMLO de los cuestionamientos de Jesús Silva-Herzog Márquez y del calificativo de oportunista que le endilga el analista político; e insiste López Obrador en el fantasma que él mismo ha creado y al que le ha denominado “la mafia del poder”. Los insultos de Andrés Manuel a Silva-Herzog y a Enrique Krauze, consisten en incluirlos en esa mafia cuya paternidad (el propio Peje) atribuye al ex Presidente de México Carlos Salinas de Gortari.
Esa actitud asumida por el presidente y candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, es la misma que lo ha conducido en sus dos anteriores campañas presidenciales a la derrota; y es que en política nadie debe sentirse y menos proclamarse Dueño de la Verdad; porque la política es producto de las ideas plenamente aceptados por un conjunto de hombres y mujeres, que conviven en una sociedad en la que el diálogo y la concertación, permiten establecer reglas de convivencia, bajo un orden normativo teóricamente denominado Estado Democrático de Derecho, cuyo único fin es el bien común.
Y en el otro carril de la competencia, Ricardo Anaya responde a los cuestionamientos públicos de los negocios que ha hecho en nombre del PAN y a través de Fundaciones que lo han convertido en multimillonario, pero nada contundente a dicho Anaya, y menos probado el candidato del PAN a Los Pinos, que limpie su imagen tan desgastada por todas las imputaciones que no ha podido desacreditar, sobre el origen de los recursos que utiliza para pagar el dispendio que representa el sostenimiento de su familia en los Estados Unidos y el costo de sus viajes que con tanta frecuencia realiza para estar cerca de sus seres queridos. Que recuerde Anaya qué hay dos cosas que el común de los mexicanos califican de inocultables; una es el embarazo de la mujer y otra es la riqueza, que quien la posee no la puede esconder.
Por lo visto el Discurso de Odio, no ha sido superado por lo contrarios a Pepe Meade, quien todos los días hace camino al andar y siembra para México.