Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
La soberbia ha perdido a políticos exitosos que creyendo que el poder es para siempre, dejaron de tocar tierra, hacer autocrítica y corregir a tiempo los errores.
José Antonio Meade es el único precandidato a la presidencia que he escuchado hacer este ejercicio.
En una entrevista para radio, Meade reconoció que tuvieron errores de estrategia, que no hay mensaje y que la seguridad y la corrupción son los dos problemas que más aquejan a México y a los que les dará prioridad en combatirlos.
Al escucharlo intenté recordar si alguno de nuestros precandidatos a gobernador ha hecho una evaluación semejante.
Ninguno.
Y eso es lo que los aleja de la gente.
Creen que ya la hicieron, se creyeron los mítines con acarreados para vitorearlos, como si ello significara votos o el entusiasmo de lo veracruzanos.
Urge que los hombres y la mujer que pretenden elaborar y aplicar políticas públicas en el estado para su desarrollo, aterricen y se auto evalúen.
Urge que toquen tierra.
DE TRAIDORES
Mucho se habla en estos días de esos políticos que traicionan a sus partidos para ser postulados por otros. Sinceramente no es de extrañar, siempre lo ha hecho, siempre es la búsqueda del poder sin importar ideologías y convicciones.
Pero la culpa es de quienes votamos por ellos y ellas. Si desde ahora les decimos no a quienes traicionan, iremos ayudando a depurar a la política, a devolverle la honorabilidad y el servicio que han perdido.
Está en nosotros.
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