El consejero del Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLEV), Juan Manuel Vázquez Barajas, coincidió con algunos de sus homólogos del Instituto Nacional Electoral (INE) y líderes empresariales, quienes consideraron que las precampañas, que finalizaron el pasado domingo, tuvieron un fuerte olor a las campañas que se desarrollarán a partir del 29 de abril.
Ello porque únicamente fueron usadas por los precandidatos a la Presidencia de la República, en el caso de las elecciones federales y a la gubernatura, en el caso de los comicios locales; no así por los aspirantes a candidatos a las diputaciones y senadurías.
De allí que considerara como importante valorar la necesidad de que exista este periodo y más cuando de los nueve partidos con registro ante el OPLEV, hubo apenas cuatro precandidatos a la titularidad del Ejecutivo veracruzano, tres de los cuales pertenecen a tres coaliciones conformadas por tres y dos institutos políticos, respectivamente.
“Hubo un reduccionismo exagerado, de entrada había un precandidato por cada tres partidos políticos, excepto la coalición del PRI y PVEM, que eran dos y la precandidata de Nueva Alianza. No había un precandidato por cada partido coligado, sino uno por cada alianza”, recordó.
Bajo está lógica, refrendó, podría preguntarse si las precampañas fueron un preadelanto de lo que serán las campañas. “Tendría que ponderarse si el tema de la precandidatura única nos viene a demostrar que es innecesaria la etapa de precampañas”, ahondó.
Vázquez Barajas consideró como una simulación el hecho de que en las precampañas se emitieran mensajes propagandísticos dirigidos “exclusivamente” a militantes o integrantes de los consejos políticos de los partidos; pues al ser trasmitidos en radio y televisión, exhibidos en espectaculares o impresos en periódicos, llegaron a toda la población.
“Se pone esa comunicación en lo público y no solamente es leía por los militantes o los consejeros de los partidos, sino por todos los ciudadanos en posibilidad de votar. Eso es lo que hace la precandidatura única, ya con luces o un olor muy parecido a lo que es una campaña electoral”, insistió.
Asimismo rememoró que por más de diez años los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), habían prohibido a los precandidatos únicos salir los spot de los partidos durante esta fase; criterio que fue desechado por los actuales miembros del órgano jurisdiccional.
Juan Manuel Vázquez enumeró que la precampaña a la Presidencia de la República duró 2 meses y medio y la de la gubernatura un mes y medio; por lo que resultó contraproducente el hecho de que con la reforma constitucional en materia político electoral, se redujera el periodo de campañas de tres a dos meses en el caso de los titulares de los Ejecutivos federal y local.
“Pareciera que la precampaña vino a suplir esos recortes de las campañas. Si le sumamos los tiempos de precandidatos únicos a los tiempos de campaña, veremos que se hicieron del mismo tamaño, pero fraccionadas, en broma podríamos decir que con un periodo vacacional (las intercampañas)”, ejemplificó.
Si bien dijo que en un principio los promocionales en radio y televisión que emitieron los precandidatos generaron propuestas de políticas públicas, algunas controversiales como la amnistía al crimen organizado, la legalización del consumo recreacional de drogas, el matrimonio igualitario o la adopción de parejas del mismo sexo; en las últimas semanas fue más evidente la confrontación entre los aspirantes a las candidaturas.
“Hubo una parte que salió a la luz que tuvo que ver con la descalificación, el enojo y la violencia que se mostraron. En las últimas semanas se discutió en las redes sociales el uso de términos racistas, clasistas, homofóbicos que denigraban a personajes por su decisión de apoyar o no a determinado precandidato”, resaltó finalmente en sus palabras.
