La que sigue actuando de manera autoritaria y dolosa es la presidenta municipal de Córdoba, la panista Leticia López Landero, quien además pretende acallar la crítica periodística en esa ciudad.
El periódico El Mundo de Córdoba denunció que la edil ha emprendido una verdadera campaña de acoso en contra de este medio de comunicación. Primero, ordenó retirar la estatua de Othón Arróniz, fundador del diario, ubicada en el Parque 21 de Mayo, con el “argumento” de darle mantenimiento. A la fecha se desconoce el paradero de la escultura.
Desde hace dos semanas, la Dirección de Comercio municipal, apoyada por la policía local, ha estado interviniendo a vendedores de periódico para que retiren los exhibidores de venta de El Mundo de Córdoba, advirtiéndoles que los dejarían vender si se quedaban únicamente con El Buen Tono, cuya propietaria, Paulina Abella, es funcionaria municipal.
Mal y de malas están en Córdoba, pues mientras su alcaldesa persigue a un medio de comunicación, la ciudad pasa por una de las peores crisis de seguridad en su historia, está inmersa en una aguda problemática de distribución de agua potable y es una de las ciudades con inflación más alta en el país.
Pero querían el “cambio”.
