Vaya atracón que se han dado en los estados con dinero federal en los últimos años.
De acuerdo con el informe “Arquitectura del Ramo 23” de la organización México Evalúa, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público habría repartido a las entidades federativas más de 63 mil millones de pesos anuales de manera discrecional solamente durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Esto es, dinero del que sólo se enteraron de su existencia en el gobierno federal y en los de los estados que lo recibieron, y del que no se rindieron cuentas sobre su disposición y destino.
México Evalúa denunció que mediante esta especie de arquitectura institucional discrecional, el Gobierno Federal “en lugar de promover buenos resultados, ha contribuido a diluir la calidad de gasto público”. Y que esto no es privativo de la actual administración. Con Felipe Calderón el gasto promedio anual a través de programas discrecionales fue de 14 mil 230 millones de pesos.
¿Cuánto de ese dinero habrá ido a parar a campañas, viajes, mansiones, ranchos, amantes, sobornos y todo eso que se mueve en las cañerías de la política? Sin duda, un buen porcentaje.
Por cierto, ¿cuánto le estarán suministrando a la actual administración estatal en Veracruz, que de ahí tiene su guardadito electoral?
