Durante más de una década prácticamente todas las carreteras de Veracruz han estado destrozadas pues, pese a las intensas lluvias que año con año se registran, las autoridades no les invertían un solo peso en su mantenimiento.
Las vías del norte del estado y la de Misantla, eran ya intransitables, cobraban vidas por su pésimo estado y eran un claro monumento a la ineficiencia y a la corrupción.
Hoy la queja sigue siendo la misma, aunque para ser justos, en este poco más de un año se ha hecho más de lo que se hizo en dos sexenios, en donde hasta tuvimos puentes que no conducían a ningún lugar, pero que se cobraron muy caros.
Como ejemplo está la carretera Xalapa-Coatepec, el Libramiento de Tuxpan, el de Cardel y muchas otras que comunican entre municipios y que hoy dan un rostro diferente a los ayuntamientos.
¿Qué faltan muchas, muchas más? Por supuesto que sí, pero el presupuesto y el tiempo son finitos y aunque se quisiera, es difícil cubrir todo el estado, subsanar el mal estado que ha caracterizado a nuestro estado.
Hoy se reparan puntos neurálgicos, los que comunican a puntos turísticos o centros de logística, pues todo se torna en un círculo vicioso o virtuoso según se quiera ver: una carretera en mal estado es más insegura en el tránsito, no solo por el riesgo de sufrir un accidente, sino de ser asaltado; frena el traslado de mercancías, desincentiva el turismo.
Ni con todo el presupuesto de Veracruz alcanzaría para dejar nuestro sistema carretero de primer nivel, por eso hay que reconocer los esfuerzos que se hacen en la materia.
Los ayuntamientos bien harían en sumarse en bachear nuestras avenidas y calles, las entradas y salidas a su territorio, pues también en están en estado deplorable y eso señoras y señores, no lo va a venir a solucionar el gobierno, por eso como dice el dicho: al César lo que es del César.
@YamiriRodriguez
