Tremenda exhibida la que le dio el director teatral Fernando Yralda a una familiar de la rectora de la Universidad Veracruzana Sara Ladrón de Guevara, a la cual acusa de fraude.
A través de su cuenta de Facebook, el académico difundió que “hace exactamente un mes fui defraudado por Cecilia Ladrón de Guevara, hermana de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón, al no cumplir con el pago de la dirección escénica de La Conquista el Musical, la cual una vez estrenada hizo caso omiso por el requerimiento exigido al concluir el compromiso. Las diferencias creativas entre productora y director las llevó al plano personal y así justificar su irresponsabilidad profesional”.
Aunque hasta aquí pareciera que se tratase de un mero conflicto entre particulares, en su escrito Fernando Yralda afirma que “recibí amenazas por parte de Cecilia que si yo escribía algo en contra de ella iba a utilizar sus influencias familiares para que la rectora afectara mi condición laboral en dicha institución… La realidad es que si decidí a escribirlo es por la sugerencia de varios amigos que han sido defraudados por la misma persona y esto puede servir como un antecedente para que Cecilia Ladrón (qué ironía con el apellido) no vuelva a cometer un fraude”.
A continuación, el texto íntegro del post publicado en el perfil de Facebook de Fernando Yralda:
“Hace exactamente un mes fui defraudado por Cecilia Ladrón de Guevara, hermana de la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón, al no cumplir con el pago de la dirección escénica de La Conquista el Musical, la cuál una vez estrenada hizo caso omiso por el requerimiento exigido al concluir el compromiso. Las diferencias creativas entre productora y director las llevó al plano personal y así justificar su irresponsabilidad profesional. En primera instancia no quise realizar una demanda contra ella por la amistad que tenía con tal persona y que por tal motivo no se hizo ningún contrato aunque la ley establece que se puede denunciar los acuerdos de palabra con testigos y verificación de mi proceso creativo en dicho montaje. Además de que un proceso jurídico es muy desgastante y no quiero perturbar los nuevos proyectos que tengo. Asimismo recibí amenazas por parte de Cecilia que si yo escribía algo en contra de ella iba a utilizar sus influencias familiares para que la rectora afectara mi condición laboral en dicha institución… La realidad es que si decidí a escribirlo es por la sugerencia de varios amigos que han sido defraudados por la misma persona y esto puede servir como un antecedente para que Cecilia Ladrón (qué ironía con el apellido) no vuelva a cometer un fraude. Cabe mencionar que mi entrega a dicho proyecto fue total porque confiaba en el maravilloso elenco y equipo creativo de alto nivel, a pesar de tener un texto deficiente dramáticamente y con un discurso que no satisfacía mis intereses artísticos. Yo veía en la Malinche una historia que comienza con la trata de personas, continúa con la violencia de género para acabar en un feminicidio, una huella histórica que conecta con los tiempos actuales a partir de una reconstrucción de la memoria, mientras que ella pensaba en un triángulo amoroso a lo Disney. Conciliar ambas ideas era algo imposible por ser diametralmente opuestas pero ella me convenció de realizar su sueño que hacía años intentaba y siempre había fracasado. Yo acepté porque al principio tuve la libertad creadora para diseñar mi propuesta escénica. Pero las intromisiones de ella eran más frecuentes hasta que llegamos a un acuerdo final. Esta puesta en escena desafió todas mis capacidades y puse todo el empeño para lograr la apertura del telón…
El asunto aquí es señalar:
1.- La desfachatez para desentenderse de un compromiso ético y profesional y con ello incumplir un pago previamente establecido.
2.- La prepotencia para intimidar usando su tráfico de influencias.
3.- El abuso de confianza que a través de engaños y mentiras logró engatuzar para sus fines personales.
Sirva esto como experiencia para firmar contratos aunque esté la amistad de por medio. Y para que se difunda los fraudes de personas que usan su posición para intimidar y amenazar”.