El ex presidente municipal priísta de Ayahualulco, Abundio Morales Rosas, le ha puesto la soga al cuello a su hermano Filiberto Morales Rosas, actual alcalde de ese municipio. La gran idea de manipular a familias de campesinos empobrecidos, con poca preparación y sojuzgados con migajas, refleja la realidad del municipio con un cacique torpe en un ambiente prerevolucionario. De ese tamaño es el atraso de Ayahualulco. Al coaccionar y amenazar a la síndica María Guadalupe Núñez Álvarez y a Leticia Galicia Ruiz, regidora única del ayuntamiento, a sabiendas que se encuentran demandados en la Fiscalía del Estado, Comisión Estatal de Derechos Humanos, Instituto Veracruzano de las Mujeres y en la Comisión de Equidad de Género del Congreso del Estado, le echaron más gasolina al fuego porque ahora se amplía la demanda ante el fiscal quinto especializado en delitos relacionados con hechos de corrupción y cometidos por servidores públicos. Esperemos que la coordinadora de fiscales anticorrupción Rocío Lara Carmona y el fiscal quinto Jesús Martínez al tener autonomía para actuar con rapidez, lo hagan, ya que ante la temeridad de los ignorantes hermanos Morales Rosas no se debe actuar con negligencia.