Faltan 56 días para conocer la identidad del sucesor del Presidente Enrique Peña Nieto; y aunque todo parece indicar que el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador, sostendrá la ventaja que hasta hoy lo mantiene como puntero para alcanzar el triunfo, mientras no se llegue el día de la jornada electoral, no hay nada para nadie y los estrategas de los cinco aspirantes, desgastan sus neuronas para encontrar la fórmula que catapulte su proyecto para lograr rebasar a todos y llegar a la meta.
Y entre tanto, los medios de comunicación electrónicos e impresos, dan la reseña de lo que día a día realiza cada candidato, sin que alguno de ellos logre salir de lo cotidiano y trillado que en todas las campañas políticas se ha hecho, sin más resultado que el desgaste en la tolerancia de los electores.
Hasta hoy, los participantes en los equipos de campaña de los candidatos, buscan magnificar los errores y minimizar uno que otro acierto que van logrando los competidores; pero de ahí en fuera, nada nuevo bajo el sol, y menos bajo el desdibujado Sol Azteca, la única novedad resulta ser el pleito emprendido por AMLO en contra de los ricos y dueños de México.
Lo que ahora llama poderosamente la atención, es el enfrentamiento entre el candidato de Morena y los integrantes del Consejo Mexicano de Negocios y sobre todo lo que parece ser ya un pleito casado entre AMLO y Alberto Baillères y Carlos Slim Helú, a quienes el tabasqueño calificó de ser integrantes de una “minoría rapaz” y señaló a Germán Larrea, Claudio X González, Alejandro Ramírez y Eduardo Tricio, entre otros, de ser parte de esa “minoría rapaz”, “que no quieren dejar de robar”, entre otros insultos y descalificaciones.
De la próxima semana en adelante, se verá si los empresarios “dueños de México”, de verdad tienen el poder para bajar en las encuestas al Peje y orientar el voto en favor de Meade o Anaya o si por el contrario, los empresarios van a tener que ir arriando banderas, para buscar otros Paraísos de Negocios, donde puedan seguir aumentando sus riquezas con la protección institucional de gobiernos a modo.
Porque de llegar a ganar la elección López Obrador, sin duda ejercerá un Presidencialismo a ultranza, avasallador, con el que cambiará el contenido de la Constitución Política que hasta hoy limita el Poder del Titular del Ejecutivo y seguramente, López Obrador ejercerá el Poder Presidencial sin límite de tiempo.





