A 60 días de iniciados los trabajos de limpieza de las presas retenedoras de sólidos, ubicadas en la Barranca el Infiernillo, zona de paso del río Chiquito, se lograron extraer al menos unos 21 mil metros cúbicos de materiales pétreos, esto con miras al inicio de la temporada de lluvias 2018.
El río Chiquito es un afluente de respuesta rápida ante las lluvias registradas en la zona alta de las faldas del volcán Pico de Orizaba, por lo que en años anteriores ha sido el causante de diversas desgracias, entre la que destaca la barrancada de 2003.
Para prevenir una nueva desgracia de esta magnitud, los ayuntamientos de Nogales, Huiloapan y Ciudad Mendoza, en coordinación con personal de la paraestatal de Petróleos Mexicanos (Pemex) y personal de la Secretaría de Protección Civil estatal, trabajaron en el dragado de las presas.
Entre piedras de un diámetro de 15 a 70 centímetros de diámetro, gravas, arenas, troncos de árboles y material diverso de arrastre, de un perímetro de 50 metros por 120 de largo, a una profundidad de tres metros aproximadamente, se retiró un total de 3 mil 574 viajes de camiones de volteo, con una capacidad de siete pies cada uno, haciendo un total de 21 mil 444 metros cúbicos de materiales extraídos.
Con estas acciones se logró garantizar la seguridad de más de 200 familias asentadas en las cercanías de este río, todo esto a escasos días de que inicie de manera oficial la temporada de lluvias y huracanes para las costas del Golfo de México.
Fueron los alcaldes de Ciudad Mendoza, Melitón Reyes Larios; de Nogales, Guillermo Mejía Peralta, y de Huiloapan, una representación del alcalde José Gabriel Flores Sarabia, así como el superintendente del área de Obras Civiles de Pemex, Vicente Heras Castillo, quienes refrendaron su compromiso con la población.
